MADRID 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La organización Ecologistas en Acción aplaudió y apoyó hoy la protesta de Greenpeace contra la central nuclear burgalesa de Garoña, y pidió también su cierre, y que no se renueve su permiso de explotación, "por las malas condiciones de seguridad en las que se encuentra".
En un comunicado, apunta que la acción de Greenpeace bloqueando la puerta de acceso a la central se suma a una larga campaña ambientalista para pedir el cierre de esta central, que incluye actos informativos y movilizaciones, y que según los ecologistas "está consiguiendo mentalizar a los ciudadanos y a las autoridades", para lograr su cierre.
"El principal problema de Garoña es la corrosión de varios elementos vitales del circuito primario, y de la vasija del reactor, como el barrilete y las penetraciones para introducir las barras de control", explica.
Asimismo, señala que las inversiones previstas por los responsables de la central "de ninguna manera" pueden solucionar el problema, ya que implicaría la construcción de un primario nuevo, es decir, de una central nueva. "El dar luz verde a estas inversiones significaría aceptar el chantaje de la industria nuclear, y dar luz verde a un derroche de dinero, puesto que la central puede sufrir algún percance en el futuro", añade.
En la misma línea, asegura que el único motivo para mantener abierta Garoña, la central más antigua y pequeña del parque nuclear español, "es económico", ya que está "ya amortizada", y "se ha beneficiado de las subvenciones", que durante estas décadas han sido otorgadas a la energía nuclear.
En este sentido, informa de que la central produce una electricidad "muy barata", que es pagada por los consumidores al triple de su precio, e insiste en que es "perfectamente prescindible", porque sólo supone el 0,6 por ciento de la potencia instalada, y su cierre "no costaría ni un céntimo a los ciudadanos".