MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Unas 6.000 personas salen cada día de Libia por las fronteras con Egipto y Túnez para huir de la situación de violencia que se vive en ese primer país por los enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y rebeldes, según ha informado este viernes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La OIM ha advertido de que si no recibe ayuda económica de los donantes internacionales, sus fondos no le alcanzarán para seguir atendiendo a los trabajadores extranjeros de países cercanos a Libia que han cruzado la frontera. Desde que a finales de febrero comenzó la revuelta para derrocar al líder libio, Muamar Gadafi, han huido del país unas 250.000 personas.
El director de operaciones de la OIM, Mohamed Abdiker, ha afirmado en un comunicado que "unas 6.000 personas cruzan cada día a Túnez y a Egipto". "Si la mayoría siguen siendo bangladeshíes que necesitan vuelos de largo recorrido para volver a su país, el coste de repatriarlos superará considerablemente nuestros recursos actuales", ha señalado.
En este sentido, Abdiker ha dicho que si la OIM no recibe más financiación "inmediatamente", se verá obligada a "reducir el número de vuelos de evacuación desde Túnez y Egipto, lo cual tendrá graves consecuencias para los migrantes atrapados en ambos países".
LA OIM PIDE 35,7 MILLONES DE EUROS
Esta organización ha solicitado 49,2 millones de dólares (35,7 millones de euros) para evacuar a unos 65.00 migrantes afectados por la crisis libia, parte de los cuales están todavía en Libia.
Hasta ahora, ha recibido fondos, compromisos de donaciones y donaciones en especie por un valor total de 27 millones de dólares (19,6 millones de euros) de Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Japón, Países Bajos, Noruega, España, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.
El Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) de la ONU y el Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea también han hecho importantes contribuciones.
Además de cubrir el coste de los vuelos en los que se traslada a los trabajadores inmigrantes, que son en su mayoría de países asiáticos y del África subsahariana, la financiación cubre también la asistencia humanitaria que se les ofrece (comida, agua, refugio, atención médica).
Entre los gobiernos de distintos países y organizaciones como la OIM y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se han organizado más de 120 vuelos de evacuación para reducir la presión que soportan los países que tienen en su territorio, junto a Libia, a miles de migrantes cada vez más frustrados.
Este jueves había más de 11.000 migrantes esperando ser evacuados en la frontera tunecina y otros 3.500 en la egipcia.
PROBLEMAS PARA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Mientras, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha expresado su preocupación por el efecto que puede tener la crisis libia en la seguridad alimentaria de Libia y de países vecinos debido a su dependencia de las importaciones de cereales, a posibles problemas en el movimiento de bienes y servicios y a los desplazamientos de personas.
El jefe del Servicio de Operaciones de la FAO, Daniele Donati, ha aseverado que, "probablemente, la crisis actual tendrá un impacto importante en la seguridad alimentaria en Libia y en zonas próximas afectadas por la crisis". En Libia, concretamente, se podría producir "una interrupción repentina de las importaciones y el colapso del sistema de distribución interno".
"La disminución de las reservas de alimentos y la pérdida de mano de obra rural son factores que, a largo plazo, podrían afectar seriamente a la seguridad alimentaria", ha precisado.
Además, los problemas en los mercados donde los campesinos adquieren semillas y fertilizantes ponen en riesgo la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la generación de ingresos a medio plazo. En Libia, la mayor parte de las tierras cultivables se encuentran cerca de Benghazi --la ciudad donde empezó la revuelta contra Gadafi y sede de las autoridades rebeldes-- y de Trípoli.
Dentro la petición de dinero que hizo la ONU el lunes pasado para responder a la crisis libia, para cubrir necesidades alimentarias se solicitaron 47,92 millones de dólares (34,7 millones de euros), de los cuales 2,65 millones (1,92) corresponden a la FAO.