OVIEDO, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El hombre, José Antonio H. R., de 49 años acusado de asestar seis puñaladas a su pareja sentimental en Avilés, el 11 de septiembre de 2007, manifestó que "en ningún caso tenía intención de matar a la víctima" y señaló que "le comieron los nervios al ver que ella se gastaba el dinero de su trabajo en máquinas y en drogas". Aún así, el acusado, en su derecho a la última palabra le pidió perdón a su ex pareja y afirmó que "no sabe lo que le pasó".
El juicio, que se celebró hoy en la Sección tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo, quedó visto para sentencia. La fiscalía mantuvo su petición de pena de 9 años y seis meses de prisión por un delito de tentativa de homicidio mientras que la acusación particular eleva la pena a 10 años de cárcel. Por su parte, la defensa pide la libre absolución al entender que el acusado sufrió un trastorno mental transitorio o subsidiariamente un arrebato u obcecación.
El procesado declaró ante el tribunal que mantuvo con la víctima una elación de cuatro años. El día de los hechos, según José Antonio H. R., ambos discutieron en su domicilio por la ausencia de 600 euros de una caja. "Llegué al domicilio y estaban ella y el panadero que se metió algo en el bolsillo". "Me sorprendió ver a ese hombre en casa", añadió.
A partir de ahí, según la declaración del acusado comenzó una discusión entre ambos por la ausencia de 600 euros de una caja. "En ese instante saqué una navaja y se la puse en el cuello para amenazarla y que me dijera donde estaba el dinero", dijo y añadió que ella huyó y se refugió en casa del vecino. "Allí, en la cocina y en el forcejeo nos caímos al suelo y escuché un grito. Al ver que tenía sangre me asusté y me fui a mi casa donde posteriormente me autolesioné con el arma", apuntó.
"INTENTÓ CORTARME EL CUELLO"
Por su parte, la versión de la víctima contradice por completo los hechos relatados por el imputado. La mujer manifestó que subió al domicilio del agresor "para dejar la relación y porque éste le había prometido que le compraría ropa para sus dos hijos". Una vez allí, manifestó la joven, de 28 años, sacó una navaja y la amenazó.
"Yo salí huyendo y me alcanzó en el portal en donde me dio una puñalada en el codo y otra en la espalda", relató la mujer. En ese momento, el vecino del bajo abrió la puerta al escuchar ruidos y la joven logró introducirse en su casa perseguida por el agresor que la alcanzó en la cocina en donde le asestó varias puñaladas en el pulmón, en el hígado y en la cara. "intentó cortarme el cuello", afirmó.
"José Antonio H. R. dejó de apuñalarme y huyó del domicilio del vecino cuando le grité que ya me había matado", añadió la joven.
POLICÍAS Y FORENSES
El vecino relató ante el juez, como testigo, que el acusado le intentó agredir con la navaja y que, tras evitar su entrada en su domicilio con una silla, se refugió con su mujer y con su hijo en el salón de casa. Esta versión fue ratificada por la mujer del vecino.
Por su parte, los policías manifestaron que tras los hechos el procesado se autolesionó en su casa con la misma navaja mientras gritaba entre sollozos que "su novia le había arruinado la vida y que le había puesto los cuernos con el panadero".
Por último, los forenses manifestaron que el agresor es una persona que carece de grandes habilidades de tipo social aunque descartaron cualquier patología o trastorno psicológico. "Sabía lo que hacía", añadió un médico. Respecto a las heridas de la víctima, los forenses aseguraron que "gracias a la rápida intervención de los servicios sanitarios se evitó el fallecimiento de la joven, ya que las heridas afectaban a órganos vitales".
(EUROPA PRESS)
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