Actualizado 23/04/2009 22:11

AMP.Ecuador insiste en que su Constitución no es "el problema" en la polémica de la nacionalidad de hijos de inmigrantes

Reuters

El ministro de Exteriores asegura que hay "voluntad política" de resolver el problema y anuncia una visita de Zapatero para verano


MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores de Ecuador, Fander Falconí, insistió este jueves en que la nueva Constitución de su país no es "el problema" para la solución de la polémica suscitada por la no concesión por parte de España de forma directa de la nacionalidad española a los hijos de inmigrantes ecuatorianos, como se hacía antes de que se aprobara la nueva Carta Magna. No obstante, reconoció que existe "voluntad política" por ambas partes y se mostró convencido de que se encontrará una solución al problema.

Falconí se reunió hoy en Madrid con el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, con el fin de transmitirle la "honda precupación" del Gobierno que preside Rafael Correa por el cambio de posición de España, que dado que la nueva Constitución del país iberoamericano concede de forma inmediata a los hijos de emigrantes en el extranjero la nacionalidad ecuatoriana dejó de darles la española.

El Ejecutivo español defiende que anteriormente se les daba la nacionalidad para que no fueran apátridas, pero ahora ya no es necesario, por lo que aquellos padres que deseen solicitar la doble nacionalidad para sus hijos tendrán que esperar a que su pequeño cumpla un año de residencia en España para iniciar los trámites.

"El problema no radica en la Constitución ecuatoriana", aseveró Falconí en un encuentro con la prensa, subrayando que el texto fue apoyado con el respaldo del 64% de los ecuatorianos en referéndum y es además muy "garantista" y que lo que busca es "dar más derechos" a los ecuatorianos, incluidos los emigrantes.

En este sentido, el canciller ecuatoriano dijo que había recibido "una respuesta muy positiva por parte del Gobierno español" a la preocupación de Ecuador y aseguró que existe "voluntad política" por ambas partes de resolver el problema. Así las cosas, consideró que "si existe voluntad política no tiene por qué haber problemas en encontrar una solución jurídica".

Este extremo fue confirmado por el Ministerio de Asuntos Exteriores español en un comunicado, en el que dijo que Moratinos trasladó a Falconí "la firme voluntad por parte española de colaborar en la búsqueda de fórmulas jurídicas satisfactorias para ambas partes". Para ello, precisa el texto, se acordó "la creación de un grupo de trabajo que explore dichas posibilidades en el marco de las respectivas legislaciones".

Según Falconí, entre las opciones que se barajan está el buscar una solución en el marco del acuerdo de doble nacionalidad ya existente entre los dos países o a través de un "acto administrativo". Para ello, añadió, está previsto que la comisión comience a trabajar "desde el lunes" y confió en que "a finales de la próxima semana" pueda formula una "hoja de ruta" para lograr una solución.

En todo caso, preguntado sobre si no cree que con su postura, Ecuador deja al Gobierno español en una situación delicada y como el responsable de la situación y por tanto el obligado a modificar sus leyes, Falconí dijo que no ha venido a Madrid "a interpretar la Constitución española ni su Código Civil, ni tampoco la Constitución ecuatoriana, porque no es el papel del canciller". "Hemos venido a poner solución" al problema, añadió.

Así las cosas, el ministro ecuatoriano dejó a entender que Moratinos le habría transmitido la disposición del Gobierno español a dar un trato de favor a los ecuatorianos en la cuestión de la nacionalidad de los hijos de sus inmigrantes, y, para calmar la preocupación de éstos, dijo haber recibido garantías de que "de ninguna manera habrá desprotección" de los niños ecuatorianos en materia educativa, de sanidad o de seguridad.

Asimismo, les prometió que su Gobierno informará "adecuadamente" de los avances que se vayan produciendo en las conversaciones con España y aseguró que "si no encontramos el camino adecuado también informaremos".

VISITA DE ZAPATERO

"Creemos que hay un camino para la solución", insistió el ministro ecuatoriano, que celebró la "conversación franca" mantenida con Moratinos, quien, precisó, le ha informado de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene intención de viajar a Ecuador, "posiblemente en julio".

En este sentido, el canciller ecuatoriano resaltó el "nivel excelente" de la relación bilateral, mientras que Exteriores indicó en su comunicado que los dos "se han felicitado por la regularidad de los contactos que han tenido lugar en los últimos años". Así, Correa visitó España en enero de 2007, mientra que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, visitó Ecuador en agosto de 2007. La última visita la realizó Moratinos el pasado enero.

Por otra parte, Moratinos y Falconí también tuvieron ocasión de abordar las relaciones de Ecuador con la Unión Europea, así como "cuestiones relativas a la cooperación bilateral hispanoecuatoriana", según Exteriores. A este respecto, el ministro ecuatoriano agradeció "el apoyo español al programa de a cogida de refugiados" colombianos en el país a través del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), para el que España desembolsó recientemente 400.000 euros.