GIJÓN/OVIEDO, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El acusado de matar a su ex pareja María León Reyes 'Adela' en 2008, J.M.C.B., ha reconocido este martes el crimen en la primera sesión del juicio con jurado popular que ha dado comienzo en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón. El imputado, más conocido como 'El Patata,' ha explicado que ese día había bebido mucho y que le dio un ataque de ira cuando la víctima le llamó 'hijo de puta', por lo que al sentir que había insultado a su madre la estranguló sin darse cuenta de su fuerza ni de las consecuencias.
Según él, ambos seguían teniendo un relación y de hecho habían mantenido sexo consentido en su casa antes de comenzar a discutir porque 'Adela' no quería dejar a otro novio que tenía. Tras cogerla por el cuello, él pensó que se había desmayado y se fue de casa "enfadado" por el insulto a su madre. Horas después despertó en el sofá y no recordaba si había sido verdad o lo había soñado, por lo que fue a la habitación a comprobarlo. Tras ver el cadáver, pensó entregarse o huir y finalmente se fugó a Portugal.
Con base a este relato de hechos, el abogado de la defensa solicita para él un delito de homicidio y que se le imponga la pena mínima, 6 años y tres meses, al no haber ningún agravante y sí dos atenuantes de obcecación y de estar bajo la influencia de alcohol.
'El Patata' ha relatado cómo la relación sentimental que mantuvo con 'Adela' se rompió en varias ocasiones y que ella era quién le pedía de volver. La última vez, la madre del acusado le advirtió que sospechaba que la joven tenía otro novio, por lo que la siguió y comprobó que era verdad, lo que motivó una nueva ruptura. Pese a ello, seguían viéndose cada dos o tres días, habitualmente en el domicilio de él, donde mantenían relaciones sexuales.
Asimismo, ha testificado que ese día bebió mucho, entre cinco o seis cervezas y cuatro o cinco botellas de sidra, antes de recoger a la joven a la salida del trabajo. Juntos fueron a casa del imputado, sobre las 1.30 horas, donde tuvieron sexo consentido y, ante la negativa de ella a dejar al otro novio, él la insultó diciendo que era una "puta" por estar con dos hombres. La discusión subió de tono y ella le llamó 'hijo de puta'. "Me dio un ataque de ira y me tiré encima", ha indicado.
El hombre ha señalado cómo la cogió del cuello durante tres o cuatro minutos y que ella intentó arañarle para defenderse. "Me fui enfadado", ha explicado antes de incidir en que pensó que estaba desmayada. El imputado ha reconocido que se fue al club Horóscopo para tomar unas copas y que después despertó en el sofá de casa, tras lo que fue a la habitación a comprobar lo ocurrido. Luego se cortó el pelo y la barba y huyó. "Me asusté y tuve duda entre entregarme y marchar", ha dicho.
También ha insistido en que no recordaba muy bien lo ocurrido y tampoco que le hubiera hecho dos fotos con su móvil al cadáver de su ex pareja justo después de matarla. "No lo encendía", ha indicado para explicar que no viera las fotos, ya que tenía otros dos teléfonos que usaba.
"LO DI TODO POR ELLA"
Respecto a la nota de despedida encontrada junto al cuerpo de la joven, ha reconocido su letra pero no haberla escrito. En ella, en la que llama 'mami' a la joven, le dice cosas como que solamente será de él, que la ha amado de verdad o que no le creían ni supieron respetarle y que siempre la amará. "Nos veremos en el cielo" y "rezaré por ti todas las noches de mi vida", son otras de las frases, así como "mami, cumple tus deseos".
A preguntas de su abogado, ha dado a entender que la carta refleja los sentimientos que tenía hacia la joven. "Lo di todo por ella y en un momento dado me llama hijo de puta", ha apostillado antes de indicar cómo la ayudó incluso económicamente a ella y a sus hijos. "Me dio un ataque de ira", se ha justificado respecto al crimen.
Durante el juicio han declarado además cuatro policías que participaron en la investigación y la inspección ocular del lugar del crimen, así como el volcado de los teléfonos móviles del acusado. Fue la familia, según ellos, quien lanzó las sospechas sobre le imputado desde un primer momento, aunque también hablaron de otras personas que fueron investigadas.
Uno de ellos ha agregado que la familia dijo que el acusado la estaba acosando para volver a tener una relación con ella. La abogada de la familia fue la única que ha descartado durante el juicio que existiera una relación sentimental 'clandestina' entre el imputado y la víctima, y ha sostenido que la joven aceptó ir a casa del acusado para que dejara de acosarla. Según la letrada, al llegar a la vivienda, la mató sin que tuviera oportunidad de defenderse, por lo que aplica dos agravantes, el de lugar y tiempo y el de parentesco.
PETICIÓN DE PENAS
En cuanto a las calificaciones, mientras la defensa pide que se califique como homicidio, el Ministerio Público, el abogado del Estado y la acusación particular, representada por la letrada Mercedes Estrada, creen que se trata de un delito de asesinato con alevosía, por lo que piden una pena de 20 años de prisión.
En el caso de la acusación particular, se añade uno de hurto, por el que solicita tres años, al sostener que el imputado se apoderó de unos 400 euros que llevaba la joven y de dos cadena y un anillo de oro. Respecto a las indemnizaciones, la Fiscalía y el abogado del Estado solicitan 150.000 euros, 30.000 para la madre y 60.000 para cada uno de los hijos que convivía con la joven en el momento de los hechos, cantidades que en el caso de la acusación particular se elevan a 40.000 euros para la progenitora y 100.000 euros para cada hijo.
INFORME FISCAL
Según el informe fiscal, los hechos ocurrieron en el domicilio de él, posteriormente a mantener relaciones sexuales consentidas. Durante una discusión por la negativa de ella a dejar a su actual novio, el hombre "espontánea e inesperadamente", la agarró con las manos por el cuello y la estranguló. La joven fue hallada muerta en esa misma cama días después.
Posteriormente, el acusado sacó dinero de dos entidades bancarias y estuvo tomando unas sidras antes de abandonar el país y dirigirse a Portugal. El hombre se cortó antes el pelo y la barba para dificultar su identificación y su detención. De hecho, hasta el 9 de marzo de 2009 el imputado no pudo ser detenido. La policía portuguesa procedió a su arresto en Oporto, tras lo que fue trasladado a España, donde permanece en prisión provisional desde el 16 de marzo de 2009.
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