SANTANDER, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Cantabria ocupa la tercera posición en cuanto a número de conductores implicados en accidentes en carretera por velocidad, según el informe 'La velocidad en los accidentes de tráfico: efectos del carné por puntos (2003-2007)', presentado por Línea Directa y realizado en colaboración con Intras.
Según dicho informe, facilitado a Europa Press, la primera posición en accidentalidad por velocidad la ocupa Castilla-La Mancha, a la que sigue Castilla y León, mientras en tercer puesto se sitúa Cantabria. Cierran esta lista Asturias (puesto número cuatro) y Galicia, en el cinco.
En el lado contrario, las comunidades con menos conductores implicados en accidentes en carretera por cometer una infracción de velocidad son, por este orden, Navarra, Madrid, Cataluña, La Rioja, y Comunidad Valenciana.
El informe, que analiza en profundidad todos los accidentes relacionados con las infracciones de velocidad en los últimos cinco años, así como el efecto que ha tenido el carné por puntos tras su implantación en julio de 2006, obtiene, como primera conclusión, que, a pesar de que las infracciones se han reducido y la tendencia general es descendente, los conductores fallecidos en accidente de tráfico a causa de la velocidad aumentaron un 3% en 2007, un año después de la entrada en vigor del carné por puntos.
También confirma que la velocidad continúa siendo la primera causa de mortalidad en los accidentes de tráfico. Señala así que cada año se producen 19.400 accidentes por no respetar la velocidad -53 por día-, que implican a 40.570 personas, de las que 1.200 fallecen en 2007. Por su parte, los conductores fallecidos por infracciones de velocidad representan el 46% del total de los muertos en accidentes de tráfico en España.
En términos generales, la probabilidad de resultar herido grave o fallecer en accidente de tráfico se duplica cuando interviene la velocidad. En este sentido, la mortalidad es 3 veces superior cuando se circula a una velocidad inadecuada, 6 veces superior cuando se sobrepasan los límites de velocidad y 1,5 veces mayor cuando se circula a marcha lenta. El informe de Línea Directa estima que, en 2007, haber respetado la velocidad podría haber salvado a 526 conductores fallecidos y 2.150 heridos graves.
Según el informe, las carreteras convencionales son el escenario principal de este tipo de accidentes: 3 de cada 4 conductores accidentados por no respetar la velocidad sufren el accidente en este tipo de vía. Tras la entrada en vigor del carné por puntos las carreteras convencionales se han vuelto más peligrosas, ya que el número de accidentes se ha incrementado un 9%. En general, son las curvas fuertes y bien señalizadas las zonas de mayor riesgo en carretera.
En ciudad, los accidentes por velocidad no son tan frecuentes pero las consecuencia son muy graves. La velocidad causa más de la mitad del total de conductores fallecidos en zona urbana, siendo las intersecciones y las rotondas los escenarios de mayor riesgo.
EL PERFIL DEL CONDUCTOR
El informe apunta que el perfil del conductor infractor no ha variado significativamente en los últimos años. Así, las infracciones de velocidad siguen siendo más frecuentes en varones que en mujeres. Además, el estudio de Línea Directa pone de manifiesto que el 80% de los conductores accidentados que no respetaron la velocidad cometió al menos otra infracción: conducción distraída, invasión del sentido contrario y no mantener la distancia de seguridad son las más comunes.
En cuanto a los grupos de edad, y a pesar de que los jóvenes de 18 a 25 años han sido los más receptivos a las nuevas medidas puestas en marcha por la DGT, siguen constituyendo el colectivo con mayor riesgo en relación con la velocidad.
En este caso, el 64% de los jóvenes fallecidos (entre 18 y 21 años) en accidente de tráfico han cometido una infracción de velocidad. Hay que destacar también que los accidentes relacionados con la velocidad están asociados, en mayor medida, a conductores con menos de dos años de antigüedad en el permiso de conducir.
En general, los accidentes por velocidad se relacionan de forma significativa con el consumo de alcohol, según el estudio, que indica que los conductores implicados en accidentes por cometer una infracción de velocidad hacen menor uso del cinturón y del casco, sobre todo en zona urbana.