MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cáritas Internationalis pidió este lunes a los líderes del G-20, de cara a la reunión que mantendrán en Londres el próximo 2 de abril, que construyan una nueva economía "basada en la ética, la justicia y la igualdad" y comprometida con un bajo consumo de carbono, con el objetivo de que los pobres sean el centro del paquete de reformas que les ayude a afrontar la actual crisis económica, ya que "a pesar de ser los menos responsables de la situación, serán los más afectados".
En este sentido, su presidente, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, recuerda que "si se está registrando una crisis económica mundial es porque la ética ha quedado marginada a la hora de perseguir una mayor riqueza por parte de unos pocos poderosos". Así, según la organización "sólo es posible hacerle frente remediando el fracaso de la globalización de la avaricia y transformándola en una oportunidad para crear un sistema basado en la solidaridad, la justicia y la paz".
Asimismo, señala que "al menos 53 millones de personas se verán arrastradas a la pobreza en los países en vías de desarrollo, que se añadirán a los entre 135 y 150 millones de personas que a lo largo del pasado año se han quedado en la miseria a causa del incremento de los precios de los alimentos y los combustibles".
Por otra parte, en su llamamiento a los líderes mundiales, exige una reforma de la ONU, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, "que asegure mayor participación de los países pobres, en los procesos decisorios". Además, reclama al G20 "que apoye con determinación la Conferencia de Alto Nivel de la ONU sobre el Impacto de la Crisis en el Desarrollo" y que los países donantes "cumplan la promesas de asignar el 0,7 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) a la ayuda internacional".
Finalmente, demanda un nuevo sistema de participación mundial para la redistribución de la riqueza, "basado en la creación de impuestos internacionales para financiar los bienes mundiales públicos y la implementación de políticas fiscales adecuadas a nivel nacional; así como la puesta en marcha de políticas "que promuevan el comercio justo, el alivio de la deuda y medidas para la movilización de recursos financieros nacionales en los países en vías de desarrollo".
