SANTANDER 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
La catedrática de Psicología Evolutiva y Educación de la Universidad de Sevilla María José Lera abogó hoy por llevar a las aulas una mezcla entre "autoridad" y "respeto a los alumnos" para mejorar la convivencia, aunque reconoció que ese equilibrio es "difícil" lograr. A su juicio, es "necesario" mantener el orden en las aulas, pero de una forma "democrática" hacia los alumnos, y apostó por respetarles como método para "enseñarles a respetar".
En declaraciones a los periodistas minutos antes de su intervención en el seminario 'Competencias básicas, convivencia y participación ciudadana', que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), la profesora cuestionó la eficacia de la medida adoptada en Francia de suprimir el tuteo entre profesor y alumnos.
"El problema no se soluciona tratándole de usted, eso no significa más motivación escolar ni mejoras en el rendimiento académico", argumentó, y atribuyó los problemas educativos en Francia a la situación de los alumnos inmigrantes en 'ghettos'. "La situación en Francia no es la mejor", reconoció. "Vamos a ver qué tal les va".
María José Lera impartió la conferencia 'La violencia y el acoso escolar. El estado de la educación' y defendió las políticas preventivas como herramienta para luchar contra el fenómeno del acoso escolar o 'bullying'.
Matizó que es una situación que se produce en todos los países europeos y que su incidencia en España "no es tan alta como en otros países" y defendió la necesidad de la mejora del "clima" de convivencia en las aulas. "Si dotamos a los chicos de estrategias para resolver los conflictos, la situación es distinta", alegó la profesora, quien aseguró que el problema es mayor en los primeros cursos de la enseñanza secundaria.
PROYECTO EUROPEO
En este sentido, la catedrática de Psicología Evolutiva se refirió al proyecto europeo 'Golden Five', una iniciativa que ella misma coordina y que estudia medidas "prácticas" para mejorar la convivencia en las aulas.
El estudio se ha desarrollado en cinco países europeos, (Noruega, Bélgica, Italia, Polonia y España), así como en las ciudades de Hebrón (Cisjordania) y Gaza, en Palestina. En él, después de tres meses de aplicación, se han constatado "diferencias estadísticas significativas" en todos los países en criterios como el rendimiento escolar, con una mejora en las notas.
Además, los 41 profesores que han participado en el proyecto han admitido un impacto positivo, "sienten un gran bienestar" y salen "satisfechos" de las aulas. Incluso, apuntó Lera, "salen contentos cuando las cosas salen mal porque saben lo que hay que mejorar al día siguiente".
La responsable del proyecto destacó su carácter práctico, al ofrecer medidas "concretas" a los docentes, y defendió la necesidad de implicar a los padres en este proceso. "Tenemos que mejorar la participación de la familia en la escuela", incluso en los casos en que ambos padres trabajen fuera de casa, indicó.
Así, puso como ejemplo una de las recomendaciones a los centros, el contacto con los padres para ofrecerles "información positiva" sobre sus hijos. "Los padres no se lo creen, nos lloran por teléfono", narró, y aseguró que de esta forma se consigue "que se impliquen más y no tiren la toalla".
Lera, que acaba de regresar de la supervisión del proyecto en Palestina, lamentó las trabas puestas por Israel para la entrada en el país, pero destacó los avances del programa y la satisfacción de los profesores con los resultados obtenidos.