Actualizado 15/03/2007 14:10

Echevarría.- Bioética dice que hay un "contrasentido" entre desconectar a Echevarría y alimentar a la fuerza a De Juana

Manuel de Santiago cree que no se daban las condiciones de limitación de esfuerzo terapéutico porque su situación mental era excelente

MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Asociación Española de Bioética (AEBI), Manuel de Santiago, criticó hoy el "contrasentido" que, en su opinión se produce entre dos decisiones tomadas por dos gobiernos socialistas, una la de desconectar del respirador a Inmaculada Echevarría, y otra, la de alimentar forzosamente al etarra Iñaki de Juana Chaos mientras permanecía en huelga de hambre. Con todo, solicitó a los gobiernos que rechacen soluciones "fáciles" como la que, a su juicio, se ha ofrecido en este caso.

En declaraciones a Europa Press TV, el doctor añadió que la decisión de la Junta de Andalucía sobre Echevarría es "conflictiva e histórica" y que, a su juicio, podría abrir la puerta a la creación en España de una ley de eutanasia.

Para De Santiago, una prueba de ello es el hecho de que este caso no se haya concluido de "forma furtiva" como otros anteriores, entre los que citó el caso de Ramón Sampedro que se conoció tras su muerte, sino que se ha realizado "a bombo y platillo tras una consulta a una comisión asesora y asumiendo el acto la Junta de Andalucía y los médicos que han cumplido con esta orden administrativa".

Asimismo, señaló que no comprende la decisión de la Junta de Andalucía de haber accedido "a una petición individual, que rompe con la fórmula jurídica -- que sanciona en el Código Penal a los cooperadores necesarios en un caso de eutanasia --, creando una situación singular y anómala contraria al Código Deontológico de los médicos y al Derecho Penal".

Para el presidente de la AEBI, este caso ha partido de la actitud de los asesores de la Junta de Andalucía de "llevar al límite" el concepto de limitación del esfuerzo terapéutico, que contempla "la posibilidad de suprimir todas aquellas medidas terapéuticas que se consideran inútiles porque el paciente es irrecuperable y buscar su curación sin sentido".

En su opinión, este concepto no era "asimilable exactamente a la situación de Inmaculada Echevarría puesto que su situación mental era excelente y no tenía una previsión de morir en un plazo determinado, por lo que no se daban en ella las condiciones de limitación de esfuerzo terapéutico".

Por último, solicitó a los gobiernos una "mayor imaginación" a la hora de buscar soluciones a casos similares a los de esta mujer, con la creación de instituciones que puedan atender a personas que se encuentren en estas situaciones tan extremas y les ayuden a dar sentido a sus vidas, y rechacen soluciones "fáciles" como la que, según él, se ha ofrecido en este caso.