VALENCIA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Miembros de los jurados de los Premios Rey Jaime I de 2007 manifestaron hoy en Valencia su "preocupación" por el cambio climático global y el consumo energético, al tiempo que alertaron de que "el desequilibrio creciente entre recursos limitados y el crecimiento continuado del consumo energético obliga a realizar mayores esfuerzos hacia la conservación de la energía y el control del crecimiento de la población".
Estas consideraciones se recogen en la Declaración de los Nobel, un texto elaborado por miembros de los jurados de estos galardones de la edición de 2007, en la que se alerta del cambio climático. El secretario de la Fundación Premios Rey Jaime I, el profesor Santiago Grisolía, fue el encargado de dar a conocer hoy este documento durante un acto que se celebró en el claustro del antiguo Convento de Santo Domingo de Valencia, en el edificio de Capitanía.
A la presentación de la Declaración asistieron componentes de los jurados de estos galardones. Tras la lectura de este texto, todos ellos iniciaron las reuniones para deliberar sobre las candidaturas presentadas a los Jaime I de este año, en el que se celebra su 19 edición. Para poder optar a estas distinciones, dotadas en cada una de sus seis modalidades con 100.000 euros, se han presentado hasta un total de 157 candidaturas de toda España.
Los ganadores de 2007 se darán a conocer mañana al mediodía en un acto de proclamación que tendrá lugar en el Palau de la Generalitat valenciana. De los jurados de estos premios forman parte veinte Premios Nobel, tres ex ministros españoles Miguel Boyer, Eduardo Serra y Ana Pastor; el astronauta Miguel López-Alegría, cuatro consellers del Gobierno valenciano y personalidades del ámbito económico, político, social y cultural.
El documento presentado por Grisolía expresa la "preocupación" de "algunos miembros" de los jurados de estos galardones por "el cambio climático global y el consumo energético". En este sentido, apunta que estas personalidades "manifiestan su apoyo a las recomendaciones de la reciente reunión del G-8 y, de forma especial, a la designación de la ONU para la coordinación global de las recomendaciones".
En el texto comentan que "el desequilibrio creciente entre recursos limitados y el crecimiento continuado del consumo energético obliga a realizar mayores esfuerzos hacia la conservación de la energía y el control del crecimiento de la población". Esta declaración, como sucedió en 2006, se hará llegar a los organismos internacionales, incluidos la ONU y la Unesco, a los líderes de los países del G-8 y a las principales naciones en vías de desarrollo.
"UN POCO DE TIEMPO".
Grisolía explicó que en la Declaración se habla de "algunos" miembros del jurado porque el pasado año hubo quien "no firmó por intereses económicos", mientras que el científico Mario Molina, Premio Nobel de Química en 1995 y componente de los jurados de los Rey Jaime, que participó en la rueda de prensa que se ofreció tras dar a conocer este texto, dijo que la no adhesión puede ser por "falta de información" y que se necesita "un poco de tiempo".
Molina aseguró que en el clima "ya tenemos cambios por las emisiones del siglo pasado" y destacó que "aunque se pararan todas las emisiones en este momento, los efectos continuarían". En esta comparecencia participaron también Santiago Grisolía, Miguel López-Alegría y vocal de la Fundación Premios Rey Jaime I.
Apuntó que "hasta ahora" el cambio climático "no es irreversible" pero advirtió de que se debe cuidar el volumen de emisiones. Comentó que el sistema climático se podría "recuperar" pero que esto tendría lugar "en muchos años". Señaló que "la comunidad internacional está muy preocupada y quiere poner límites a las emisiones para que la temperatura media del planeta no suba más de tres grados" y sostuvo que si supera esta cifra "el riesgo de cambios irreversibles aumenta".
Respecto a las actividades que pueden contribuir a acentuar el cambio climático, el Nobel de Química indicó que "la mayor parte de las actividades de la sociedad que llevan consumo de energía empujan" a ello, por lo que estimó "imprescindible, analizar todas" ellas y "entre todos, hacer un esfuerzo importante para modificar la pauta del consumo actual". Se refirió al consumo energético en la aviación, el transporte, la vivienda y los sectores de producción de electricidad.
Mario Molina consideró que un "reto enorme" es que el control del consumo energético se dé también "en los países en vías de desarrollo" como China, "que ya está emitiendo la misma cantidad de gases invernadero que EEUU", o India, dijo. Indicó que estas naciones "se resisten a adquirir compromisos que limiten su desarrollo económico" y afirmó que no se trata de adoptar medidas en este sentido sino para limitar el consumo de energía.
Agregó que los países que firmaron el Protocolo de Kioto están trabajando en este sentido "con claridad" y señaló que aunque EEUU no lo apoyó, "lo bueno" es que en él hay "movimientos importantes" y territorios como California que están adoptando medidas para "afrontar el calentamiento global". Resaltó que "el próximo paso" para luchar contra este problema "ha de ser mundial" y estimó que es un problema al que "todos juntos tenemos que enfrentarnos".
En esta línea, el científico mexicano subrayó que no sólo se debe actuar "en el mundo científico, también en el económico" y apuntó que aunque los costes para luchar contra el cambio parecen elevados, lo son más los daños. Defendió "un uso de la energía más eficiente" y apostó, respecto al uso de energías renovables, por "invertir más en nuevas tecnologías para tener más alternativas" aunque advirtió de que imponerlas cuesta tiempo. Se refirió a la energía nuclear, la eólica y solar y al almacenamiento de dióxido de carbono a partir de la combustión de energía fósil.
INVESTIGAR EN EL ESPACIO.
Por otro lado, Miguel López-Alegría defendió las investigaciones que se llevan a cabo en el espacio y su rentabilidad. Comentó que esta ciencia es "muy básica" y que los experimentos en el espacio son "pocos" comparados con los que se hacen en la Tierra, al tiempo que destacó que "los beneficios a todos los ciudadanos no se ven muy pronto". Destacó que la investigación espacio ha contribuido a avances como la tecnología digital.
El profesor Santiago Grisolía manifestó, por su lado, que "se puede ahorrar --energía-- de muchas formas". Se mostró a favor de "estudiar los consumos de energía" y de "estimular" la investigación en este sentido y para lograr alternativas. Consideró también que la lucha contra el cambio climático ha de ser "global".