Un ministro sudanés asegura que la intención de Al Bashir no es expulsar a todas las ONG internacionales

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 17 marzo 2009 15:01

JARTUM, 17 Mar. (Reuters/EP) -

El ministro sudanés para Asuntos Humanitarios, Ahmed Haroun, declaró este martes que el país no tiene planes para expulsar a todas las agencias de ayuda humanitaria un día después de que el presidente, Omar Hassan al Bashir, declarara que las organizaciones locales asumirían este trabajo en el plazo de un año.

"El presidente quiere ver, en el plazo de un año (...), una transformación real para que las ONG nacionales tomen un papel más activo", declaró Haroun en una entrevista a Reuters. "Esto no quiere decir que al final de lograr este objetivo vayamos a expulsar a todas las ONG internacionales", señaló.

"La aproximación correcta para lograrlo es desarrollar un buen plan mediante un acercamiento gradual, para que así las ONG nacionales desarrollen su capacidad y tomen más responsabilidades y de forma gradual estas organizaciones se retiren", anotó, aunque detalló que no quería decir una expulsión total sino un mayor entrenamiento del personal local.

Al Bashir provocó ayer temores de que se llevaran a cabo expulsiones masivas a lo largo del país cuando señaló durante una manifestación ayer que había ordenado a Haroun "sudanizar" el trabajo humanitario en el país en un año.

Su anuncio se ha visto como una venganza contra la decisión del Tribunal Penal Internacional (TPI) de emitir una orden de arresto contra él acusado de crímenes de guerra y contra la Humanidad en la región sudanesa de Darfur.

A principios de este mes, Al Bashir expulsó a trece grupos humanitarios y ordenó el cierre de tre organizaciones locales, acusándolas de haber pasado información al TPI, acusaciones que niegan todas las ONG.

Haroun, cercano aliado de Al Bashir y también buscado por el TPI por crímenes de guerra en Darfur, declaró que el presidente había querido decir que quería que los grupos de ayuda extranjero permanecieran en el país y entrenaran a sus homólogos sudaneses para que así pudieran asumir la entrega de ayuda.

Haroun también explicó que la expulsión se debe a su cooperación con el tribunal, un hecho que amenazaba la seguridad nacional, y que la decisión no sería revocada. "No hay un camino de vuelta", aseguró este ministro para Asuntos Humanitarios, quien afirmó que el caso ha incrementado el apoyo hacia Al Bashir dentro del país.

"El pueblo sudanés ve al TPI como una nueva ola de colonización que no es aceptable (...), todo esto que ha ocurrido ha incrementado las oportunidades para que Al Bashir gane las elecciones", en referencia a los comicios que se prevé se celebren este año.

El TPI acusa a Haroun de reclutar y armar a las milicias 'janjaweed' en Darfur, como parte de su trabajo en el Ministerio del Interior y de tener conocimiento total de sus atrocidades contra los civiles. Haroun defendió su papel en el conflicto de Darfur, asegurando que no se arrepiente de lo que hizo como ministro de Interior en ese momento.

"Lo que hice allí formaba parte de mi trabajo y responsabilidad profesionales como se estipula en la Constitución y en la ley", aseguró, añadiendo que no tuvo la oportunidad de un juicio justo en el TPI porque es "una organización política respaldada por Europa".

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