MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, ha afirmado este lunes que será necesario demoler hasta 10.000 viviendas dañadas por el terremoto de 6,3 grados en la escala de Richter que hizo temblar la ciudad de Christchurch el pasado 22 de febrero.
Key ha indicado en una rueda de prensa que "habrá algunas partes de Christchurch sobre las que no se podrá reconstruir" como consecuencia del peligro de licuefacción, un tipo de corrimiento provocado por la inestabilidad de un talud que puede ser inducido por acciones sísmicas.
"Aún no sabemos cuántas personas se verán afectadas. Éste es el consejo geotécnico que estamos recibiendo en este momento", ha añadido Key, que ha cifrado en unas 100.000 las viviendas que han sufrido daños reparables y ha aclarado que estos datos son preliminares, según informan los medios neozelandeses.
RECONSTRUCCIÓN LARGA Y COMPLICADA
El primer ministro ha admitido que la reconstrucción de Christchurch, la segunda ciudad más grande del país, será una tarea larga y complicada y "habrá que llevarla a cabo paso a paso".
Actualmente, en torno al 80 por ciento de las viviendas que no se encuentran en el centro de la ciudad disponen de agua corriente, y un 96 por ciento tienen suministro eléctrico.
Aunque se están realizando reparaciones de emergencia en algunas casas dañadas para que sean habitables, Key ha señalado que "debido a los graves daños en los barrios del este, algunos hogares podrían seguir sin estos servicios básicos durante un tiempo".
El jefe del Ejecutivo ha dicho que está a la espera de que un equipo de ingenieros presente dentro de unas dos semanas un informe sobre el estado en que se encuentra el estadio AMI para saber si Christchurch podrá acoger la Copa del Mundo de Rugby, programada para los meses de septiembre y octubre. Está previsto que varios de los partidos se celebren en ese estadio.
"El Gobierno comprende la importancia de, en caso de que sea posible, celebrar la Copa del Mundo en Christchurch", pero "la decisión definitiva la tomará la IRB" (International Rugby Board), ha declarado.
Key ha advertido de que habrá que reconstruir las infraestructuras de la ciudad, incluidas las de alojamiento y las redes de transporte público. A su juicio, "la cuestión más importante es el estadio", que podrá estar listo a tiempo para el evento deportivo, mientras que lo demás puede esperar. El rugby es uno de los deportes más populares de Nueva Zelanda.