MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), Luis Suárez, ha subrayado que "la medida más eficaz para prevenir los daños ocasionados por los terremotos" es aplicar la normativa sismorresistente en las zonas de mayor actividad sísmica peninsular, entre las que se encuentra Murcia, donde ayer se registraron dos terremotos que han ocasionado hasta el momento 8 muertos, entre ellos dos mujeres embarazadas.
Así, Suárez ha señalado que la profundidad del hipocentro del seísmo, a sólo un kilómetro de la superficie, y el tipo de suelo, de arenas y gravas, han influido también en la repercusión del terremoto de Lorca.
Respecto a la normativa sismorresistente ha indicado que está en vigor desde 2002 y ha recordado que la norma es "obligatoria" para todas las nuevas construcciones y se materializa en refuerzos en cimentaciones, pilares, vigas y armaduras, para hacerlos más resistentes y evitar el "efecto colapso 'tipo sándwich'".
"Este efecto no se ha producido en Lorca, pero el terremoto ha causado más daños de los que corresponden a uno de magnitud 5.2" en la Escala Richter, señala.
Además, ha incidido en que son los ayuntamientos los "principales garantes de que la norma se cumpla estrictamente" cuando se otorgan las licencias de edificación.
Asimismo, ha recordado que Murcia es una de las zonas más activas de España, junto con las provincias de Granada, Málaga, Almería y Alicante", por lo que en estos lugares es en los que suele haber eventos sísmicos recurrentes, por lo que "la normativa debe cumplirse con mayor rigor".
Sobre los factores que influyen en un movimiento sísmico además de la magnitud, ha añadido que son determinantes también la superficialidad, la tipología del suelo y la cercanía a los núcleos de población."En Lorca la profundidad al hipocentro ha sido de 1 km por eso su repercusión ha sido mayor".
En relación con el tipo de suelo, Suárez detalla que Lorca se asienta sobre un valle donde predominan los terrenos arenosos y de gravas. "Son tipos de suelo que ante movimientos sísmicos, el terreno tiene un comportamiento plástico, cuasi líquido, lo cual agrava el riesgo de daños e incluso colapsos en los edificios", ha apuntado, al tiempo que ha dicho que este fenómeno se conoce como "licuefacción".
Finalmente, el terremoto se ha producido muy cerca de Lorca, donde viven unas 90.000 personas, por lo que Suárez estima que es necesario concienciar a la población sin alarmar, de la importancia de construir edificaciones sismorresistentes para evitar daños graves por terremoto".