Actualizado 23/06/2009 17:03

Joaquín Cantero, Emilia Díaz y Unicef Cantabria reciben el Premio Caja Cantabria a los Valores Sociales

SANTANDER, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

El matrimonio formado por Joaquín Cantero y Emilia Díaz, y Unicef Cantabria han sido reconocidos con el I Premio Caja Cantabria a los Valores Sociales, que reconoce la labor solidaria de personas e instituciones. Los primeros reciben el reconocimiento en la categoría individual y Unicef en la de colectivo.

El premio, que se entregará el jueves, a las ocho de la tarde en el Casyc, cuenta con una dotación económica de 12.000 euros en la categoría colectiva y 6.000 euros en su categoría individual. Un jurado compuesto por los miembros de la Comisión de Obra Social decide los ganadores entre los candidatos propuestos.

El trabajo a favor de la infancia ha obtenido en esta primera edición el apoyo del jurado que ha reconocido la labor de personas y colectivos cuya solidaridad tiene a los menores como destinatarios.

Los galardonados acompañaron hoy al presidente de la Obra Social, Francisco Rodríguez, en una rueda de prensa en la que Rodríguez explicó que este premio es "una forma de decir gracias" y de "hacer visible algo que no se ve pero que deja una gran huella, como es la solidaridad".

Según comentó, cuando se decidió crear este premio para reconocer la labor de personas y colectivos a favor del bienestar de los demás, imaginaban muchos galardonados por tantas personas que "desinteresadamente se ocupan de solventar o paliar dificultades ajenas".

El presidente de la Obra Social destacó que Joaquín Cantero y Emilia Díaz ponen cada día en práctica la solidaridad, un valor que les lleva a asumir el cuidado, la integración en su propia familia de un niño con necesidades especiales de cuya crianza y cuidado se han ocupado desde hace 22 años y que padece una discapacidad del 98 por ciento.

Ambos además son personas comprometidas con el trabajo social, desarrollan una importante labor con niños y adolescentes como voluntarios activos en el programa Campamentos de verano de la Parroquia de la Virgen Grande de Torrelavega.

Emilia Díaz forma parte además de la Asociación Una Sonrisa, constituida por madres con hijos discapacitados cuyo objetivo es animar y ocupar el tiempo de ocio de sus hijos. Una Sonrisa organiza actividades extraescolares para menores con discapacidad lo que permite que éstos realicen salidas por Cantabria e incluso excursiones a parques temáticos.

Junto al premio individual, está el reconocimiento colectivo, que pretende destacar los valores sociales de tantos colectivos "capaces de organizarse para dar cobertura y solución a tantos problemas y carencias", que "desarrollan un trabajo necesario que llega allí donde la administración no siempre llega o no llega a tiempo".

En este caso el galardón es para el Comité de Unicef en Cantabria y su programa de atención socioeducativa domiciliaria a niños enfermos, que se desarrolla desde 1995 gracias a la colaboración de maestros voluntarios. Esta labor permite que los niños que deben permanecer en sus casas a causa de una enfermedad puedan continuar sus estudios manteniendo además una rutina que contribuye a facilitar su reingreso en el sistema educativo ordinario.

El programa cubre una carencia ya que para los menores hospitalizados es posible continuar su escolarización en las aulas hospitalarias. Esta rutina formativa se rompía tras pasar el menor a hospitalización domiciliaria. El programa prevé el contacto entre el profesor voluntario y el centro en que el menor está escolarizado de forma que se adecue la formación recibida a las expectativas académicas del centro.