VALENCIA, 4 May. (EUROPA PRESS) -
Cuatro religiosas de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados saldrán hoy de su Casa Madre en Valencia hacia Mozambique para fundar una residencia para mayores sin recursos en la localidad de Chissano, a 200 kilómetros de la capital, Maputo, según informó el Arzobispado de Valencia en un comunicado.
Las religiosas, que partirán a primera hora de la mañana, de la Casa Madre en Valencia, en la calle Madre Teresa Jornet, 1, se dedicarán a atender a un centenar de ancianos "enfermos y abandonados", según explicaron fuentes de la congregación en Valencia.
Las Hermanitas, de edades comprendidas entre los 30 y 60 años y naturales de Pontevedra, Zaragoza, La Coruña y Brasil, vivirán en una casa próxima al terreno sobre el que en la actualidad se está construyendo la residencia, aunque mientras duren las obras, previstas para dos años, también atenderán a los ancianos de la comarca acogidos provisionalmente.
El centro dispondrá de habitaciones para dos personas y también individuales, cocina, salas de ocio, y comedores. Además, acogerá a jóvenes de Mozambique sin recursos que ayudarán a las religiosas.
La nueva residencia será la segunda de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Africa, ya que cuentan con otra residencia para personas mayores en la capital de Mozambique, Maputo, en la que cinco religiosas atienden a más de 90 ancianos, con la colaboración de diez jóvenes sin recursos.
Hace seis meses otras religiosas de la congregación salieron de Valencia para abrir en Filipinas, el primer asilo de las Hermanitas en Asia. En la actualidad, un total de 2.500 religiosas Hermanitas de los Ancianos Desamparados atienden a cerca de 25.000 ancianos sin recursos en más de 210 asilos y residencias en Europa, Iberoamérica, África y Asia.
En la Comunitat Valenciana cuentan con casas en Valencia, Xàtiva, Oliva, Sagunto, Sueca, Requena, Masarrojos, Xixona, Elx, Monóvar, Novelda, Orihuela, Villena y Vinaròs.
Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados --fundadas en 1872 por el sacerdote Saturnino López Novoa y por la maestra, y a partir de entonces religiosa de la congregación, santa Teresa de Jesús Jornet, canonizada en 1973--, abrieron su primer centro en Valencia, donde está también la Casa Generalicia.
