HRW denuncia que 100.000 birmanos 'chin' pueden ser devueltos por India a su país a pesar de la persecución

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 28 enero 2009 15:27

BANGKOK 28 Ene. (Reuters/EP) -

Más de 100.000 cristianos de etnia 'chin' que han huido a India durante los últimos 20 años para escapar de la persecución realizada por la Junta Militar birmana, budistas, están en riesgo de ser obligados a regresar a su país, según declaró hoy la organización defensora de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW).

El grupo señaló que las autoridades locales y las organizaciones comunitarias en el estado indio de Mizoram, situado en el noreste del país, tienen como objetivo frecuente a los inmigrantes Chin, una de las minorías étnicas de la antigua Birmania más oprimida.

"Viven a merced de la población local", declaró HRW en un informe publicado sobre los Chin, cuyos hogares ancestrales se encuentran en las zonas montañosas del noroeste de Birmania. "A los Chin les falta trabajo en Mizoram, el alojamiento y una educación asequible", según una consultora de la organización, Amy Alexander.

Alexander añadió que la mayoría es relegada a trabajos temporales, intensivos y con sueldos bajos, con una media de dos dólares (1,5 euros) por cada día de trabajo, cuya jornada dura de diez a 16 horas.

Por su parte, los responsables indios en el estado de Mizoram negaron el informe. "Es totalmente falso, no hay refugiados Chin procedentes de Birmania en Mizoram", declaró a Reuters el secretario del primer ministro de Mizoram, J.C. Ramthanga. "Nadie ha sido enviado de vuelta", aseguró.

El informe sobre los 'chin' llega mientras la atención regional se centra en los 'rohingyas', otra grupo minoritario en Birmania y que ha estado huyendo de los abusos y el acoso. En los dos últimos meses, se cree que al menos 550 'rohingyas', musulmanes, se han ahogado después de que el Ejército tailandés obligara a 1.000 personas de esta etnia --que navegaban en barcas de madera y que fueron encontradas en el mar de Andamán-- a salir a aguas internacionales, dejándoles a la deriva.

A pesar de los vínculos relativamente cercanos entre los nativos chin y de mizoram, las tensiones entre las dos comunidades suelen crecer, según el informe de HRW. "Debido a que no tienen estado, están marginados y son los pobres de los pobres, tienden a ser el chivo expiatorio siempre que hay un incidente en la frontera", aseguró una investigadora de HRW, Sara Colm.

El mayor de estos sucesos se produjo en 2003, cuando la Young Mizo Association obligó a 10.000 'chin' a regresar a Birmania, según HRW. En septiembre de 2008, esta asociación también emitió una orden para que los 'chin' abandonaran Mizoram a finales de ese mes. La amenaza no se materializó, pero fue suficiente para que se escondieran, cerraran las iglesias y esperaran mientras las tensiones descendían, añade HRW.

"Estos incidentes mostraron el fracaso de India en sus obligaciones de proteger a los refugiados o solicitantes de asilo", declaró Alexander. Nueva Delhi no firmó la Convención para los Refugiados de 1951, pero bajo el Derecho Internacional, está obligado al principio de "prohibición de retorno forzado", que protege a los inmigrantes de ser devueltos a algún país donde podrían ser perseguidos.

Además de lo que HRW describe como "décadas de abuso sistemático" a manos del Ejército de Birmania, los 'chin' se han visto afectados por una plaga de ratas que han destruido grandes terrenos de cultivos y almacenes de alimentos. Una reciente encuesta de la ONU estima que el 40 por ciento de los habitantes del estado Chin, el más pobre de Birmania, no tienen suficiente comida, lo que incrementa el número de personas que intenta abandonar el país.

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