La Generalitat distribuirá manuales de convivencia a todas las escuelas catalanas para impulsar la formación en valores

BARCELONA 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Conselleria de Educación de la Generalitat distribuirá en las próximas semanas a todos los centros de educación infantil y primaria una carpeta pedagógica con herramientas y programas para trabajar la mejora de la convivencia en los centros, así como la formación en valores, según anunció hoy el conseller Ernest Maragall.

El material, que irá acompañado de un plan de formación a maestros, recoge una selección de prácticas positivas ya implementadas en un centenar de escuelas de primaria en el marco de un plan experimental titulado 'La convivencia en los centros de educación infantil y primaria', que ahora Educación quiere generalizar.

La principal finalidad del manual, que versa sobre tres ejes temáticos --la identidad, la relación y la solidaridad--, es que todos los centros dispongan en el plazo de dos o tres años de un plan de convivencia propio, acorde con su proyecto educativo, en el que se establezcan acciones positivas para desarrollar los tres ámbitos que componen la convivencia escolar: el aula, el centro y el entorno.

"Tendría que funcionar como un reglamento de régimen interno" en el área administrativa, bromeó Maragall, que destacó que "se ha acabado la concepción de la escuela cerrada y a la defensiva, administrando el conflicto". "La escuela se sabe fuerte, activo de un país en el terreno de la buena educación y capaz de crear climas democráticos", indicó el titular de Educación.

MÁS COMPLICIDAD ENTRE PADRES Y ESCUELA.

Además, animó a los centros a tomar una actitud proactiva a la hora de implicar a las familias en la educación de sus hijos y también a la hora de interactuar con el barrio. Maragall insistió en todo su discurso en la idea de "reforzar el triángulo: padres, escuela y alumnos".

El director general de Innovación de Educación, Joan Badia, remarcó que las escuelas "deben ser permeables y sensibles al entorno" y "es muy importante pedir la complicidad de las familias y el entorno", puesto que la escuela "no sólo quiere instruir, sino también educar, por lo que es pertinente educar en valores", añadió en la presentación que tuvo lugar en el CEIP L'Estel-Guinardó.

Igual que el conseller, Badia destacó la labor llevada a cabo por la citada escuela, que nació como una cooperativa de padres hace 37 años, por su "excelente relación entre la escuela y las familias". En esta línea, animó a todos los centros a seguir su ejemplo, a "no hacer una aplicación mecánica de los contenidos" del manual de buenas prácticas y "tener en cuenta los aspectos multiculturales de cada centro".

"Hace más ruido un árbol que cae que los mil que crecen cada día", señaló Badia, parafraseando un refrán chino. Por su parte, el director del CEIP L'Estel-Guinardó, Andreu Isern, explicó que las propuestas del manual nacidas en su centro se dirigen a "mejorar la colaboración de todos los sectores de la comunidad educativa: alumnos, familia y tutores".

EXPERIENCIAS POSITIVAS DEL CEIP L'ESTEL-GUINARDÓ.

A modo de ejemplo, habló de experiencias como la que se lleva a cabo en el parvulario, donde los niños no se dividen en función de su edad, sino en cuatro grupos con niños de tres a cinco años, donde la adaptación es "muy interesante". En esta escuela, también se establecen colaboraciones de niños mayores en las aulas de los más pequeños.

Referente a las familias, se llevan a cabo acciones a la entrada de los centros, colaboraciones en talleres y organizaciones de fiestas, encuentros y reuniones voluntarias para hablar sobre temas educativos y tutorías individualizadas pedidas por el mismo alumno.

El 75% de los centros de Primaria ha realizado en los últimos siete años programas para fomentar la convivencia escolar en iniciativas propias. En esta línea, han sido formados 25.532 docentes en esta materia.

En estas etapas educativas, los programas de convivencia se concentran en cinco ejes temáticos, que son la educación emocional, la educación en valores y por la paz, aprender a pensar, la competencia social y la cultura de mediación para la resolución positiva de conflictos.