GUANTÁNAMO (CUBA), 2 Jun. (Reuters/EP) -
El tribunal de crímenes de guerra de Guantánamo reanudó este lunes sus sesiones para intentar resolver una disputa sobre qué abogado del Ejército estadounidense representará a un joven acusado canadiense.
Omar Jadr, acusado de matar a un soldado estadounidense con una granada durante un combate en Afganistán hace siete años, intentó despedir a todo su equipo de defensa nombrado por el Pentágono, cuyo trabajo se vio entorpecido por disputas internas.
"En este momento, no puedo confiar en ellos", indicó Jadr al juez militar. "Se han acusado mutuamente (...) Quiero borrarlos a todos", agregó. Los abogados no quisieron hacer declaraciones sobre sus diferencias y sólo dijeron que no estaban de acuerdo en qué era lo mejor para su defendido.
El juez, claramente enojado, ordenó a los abogados militares que se comporten "de manera profesional y digna". Luego permitió a Jadr despedir a todos menos a uno hasta que sus asesores canadienses lo ayuden a escoger un reemplazo permanente. La audiencia fue la primera desde que el presidente Barack Obama asumió en enero y ordenó el cierre de Guantánamo en enero de 2010.
Los jueces militares congelaron sus casos pendientes durante 120 días para dar al nuevo Gobierno tiempo de decidir cómo proceder. La suspensión venció y los fiscales pidieron otros 120 días mientras el equipo de Obama analiza cuáles de los 240 prisioneros de Guantánamo deben ser procesados, al igual que dónde y cómo.
El juez de Jadr no decidirá una extensión hasta que determine qué abogado lo representará, en tanto fijó una audiencia el 13 de julio para volver a tratar el tema. El consejo de defensa del Pentágono despidió en abril al antiguo abogado de Jadr, el comandante de la Fuerza Naval William Kuebler, y le prohibió visitar al acusado.
Pero el juez, el coronel del Ejército Patrick Parrish, dijo que la orden se había hecho sin autoridad y restableció temporalmente a Kuebler. Hoy, permitió a Jadr despedir a otros dos miembros del equipo y expresó su descontento con un tercero que abandonó su puesto sin notificárselo al tribunal.
