La UNRWA denuncia el recorte de sus programas por falta de fondos en su programa para reconstruir Gaza

MADRID 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

La directora ejecutiva del Comité Español de la Agencia de la ONU para los Refugiados palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Raquel Martí, denunció hoy la situación que viven los palestinos en Gaza después de la última ofensiva israelí y la falta de ayuda económica para el plan elaborado por esta agencia, cuyo objetivo es la recuperación de Gaza y que sólo ha recaudado un 35 por ciento de lo solicitado.

Martí indicó que, mientras se estaba llevando a cabo la ofensiva, esta agencia tenía que pensar "qué pasaría el día después, el día que se firmara la tregua", por lo que se elaboró el Plan de Recuperación Inmediata, con una petición de 365 millones de dólares para satisfacer las necesidades inmediatas de la población palestina desde enero hasta septiembre, pero del que sólo se ha recaudado un 35 por ciento.

Puso como ejemplo el sector agrícola, para el que se necesitan más de 30 millones de dólares pero para el que sólo se han recaudado dos millones. "Debido a esto, la agencia está recortando los programas en otras zonas como en los campamentos de Líbano, Siria y Cisjordania", aseveró, y detalló que el dinero de la pasada conferencia de donantes que se celebró en Egipto sólo se entregará cuando Israel permita la entrada de materiales para la construcción, por lo que la cantidad prometida en la misma "sigue siendo una simple promesa".

Martí señaló que, en la actualidad, los desplazados han aumentado hasta los 71.000 y los refugiados a más de un millón. "El número total de la población dependiente de ayuda humanitaria por parte de las organizaciones humanitarias asciende a 1.275.000 palestinos, de los que un millón son atendidos por la UNRWA y 275.000 por el Programa Mundial de Alimentos (PAM)", declaró.

También apuntó que 35.000 personas carecen de agua potable y que 100.000 palestinos la reciben cada tres días, una situación que se agrava porque el diez por ciento no tiene luz y el 90 por ciento la recibe de manera intermitente. Martí añadió que las autoridades israelíes no permiten el paso del carburante suficiente, y sólo permiten la entrada del 67 por ciento del gas necesario para cocinar.

"Impiden también la entrada de dinero y, así, al menos 77.000 funcionarios de la Autoridad Palestina no cobran desde hace meses, una situación que viven 10.000 miembros de la UNRWA", aseguró. "Debido a la carencia de efectivo, hemos tenido que detener el programa del que se beneficiaban 14.000 familias que recibían dinero de esta agencia", añadió.

LOS GARBANZOS, ARTÍCULO DE LUJO

La directora ejecutiva del Comité Español de la UNRWA también especificó que las autoridades israelíes tampoco dejan entrar la suficiente cantidad de camiones que se necesitan diariamente, permitiendo pasar sólo a una media de 100 cuando se necesitaría un mínimo de 500. "Las autoridades han catalogado como artículos de lujo el jabón, los alimentos elaborados a base de pasta, el papel higiénico, los garbanzos o las galletas, entre otros", detalló. "Si Israel no abre las fronteras no podremos hablar de reconstrucción", aseguró.

"Además, no nos informa de los productos que nos va a dejar pasar ese día, por lo que toneladas de mercancías se están pudriendo en el paso de Rafá", manifestó. También lamentó que se está detectando un aumento "preocupante" de las diarreas agudas debido al estado del agua ya que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 70 por ciento del agua que se consume en Gaza no es apta para el consumo humano.

Martí añadió que a esta situación se suma que el 50 por ciento de la población está en paro y el 65 por ciento está por debajo de la línea de la pobreza. "El 50 por ciento de los niños tiene estrés que se manifiesta en muestras de ansiedad y comportamiento agresivo, entre otros rasgos", según Martí.

"Aparte de las necesidades básicas para la población, una prioridad era abrir las 224 escuelas que dirige la UNRWA para que los niños volvieran a la normalidad y para poder apoyarlos con tratamientos psicológicos y con programas alimentarios", señaló Martí.