Archivo - Los cofundadores de QuickSmile, César Moreno y Manuel Poveda. - QUICKSMILE - Archivo
MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
La startup española QuickSmile ha anunciado que compensará su huella plástica ya que la compañía se ha comprometido a recolectar cada año 1.200 kilos de residuos plásticos del Mediterráneo.
Esta actividad se llevará a cabo en el marco del acuerdo alcanzado con la empresa de emprendimiento social Gravity Wave, con la que colaborará en el proyecto 'Plastic Free Oceans', dedicado a limpiar de plástico este mar que baña la costa oriental española.
"No podemos dejar de utilizar el plástico para fabricar nuestros alineadores, pero sí podemos adoptar una actitud responsable e intentar aportar un impacto positivo equivalente al planeta. Esto es lo que pretendemos con nuestra decisión de recoger cada mes 100 kilos de residuos plásticos del Mediterráneo, con lo que compensaremos nuestra producción de férulas invisibles. Y además, como pioneros en esta iniciativa dentro del sector, esperamos ser ejemplo e inspiración para otras marcas", ha señalado el cofundador y director clínico de QuickSmile, Manuel Poveda.
Como recuerda la compañía, el plástico de la ortodoncia invisible, por ley, ha de ser plástico virgen. Para su fabricación normalmente se utilizan termoplásticos, que son polímeros plásticos que se ablandan al calentarse, lo que permite darles la forma deseada, y se endurecen al enfriarse.
En el caso de QuickSmile, sus alineadores son de polietileno, por su resistencia al impacto y a la corrosión, por ser biológicamente inerte y no degradable en el organismo, y porque puede ser fundido y moldeado de nuevo para darle otra forma, lo que significa que es fácil de reciclar y reutilizar.
"Desde nuestros inicios hemos querido ser consecuentes con el hecho de formar parte de un sector que requiere un uso intensivo del plástico y comprometernos con un uso más responsable. La principal marca de referencia del sector utiliza el poliuretano, una resina termoestable formada por dos partes mezcladas entre sí que, una vez fusionadas, no se pueden separar, lo que quiere decir que el material no puede ser fundido ni reformado. Sin embargo, nuestros alineadores, fabricados con PET-G (Polietileno de Tereftalato - Glicol), pueden fundirse y pasar al circuito de economía circular para dar a ese material plástico una segunda vida", añade el CEO y cofundador de QuickSmile, César Moreno.
Además, la empresa se ha propuesto llevar a cabo una labor divulgativa para informar y concienciar a clínicas dentales y pacientes sobre la importancia de realizar un correcto reciclaje de los alineadores invisibles, que al ser residuos de origen sanitario deben ser recogidos y tratados en centros especializados.
De cara al futuro, han avanzado que están trabajando en la implantación de un sistema de recogida de los alineadores desechados, a través de las clínicas dentales que trabajan con su marca, para que vayan a parar a un gestor especializado en este tipo de residuos que pueda darles una segunda vida de la forma más directa posible.
QuickSmile también decidió contratar como proveedor de electricidad para sus instalaciones a Gesternova Energía, que sólo ofrece suministro de energía proveniente de fuentes 100% renovables.