RSC.- KFC amenaza con romper con un proveedor tras enviarle PETA un vídeo con pruebas de extrema crueldad con los pollos

MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

La cadena de comida rápida estadounidense KFC, reiterado blanco de críticas por parte de las asociaciones de defensa de animales, ha amenazado con romper su contrato con un proveedor tras recibir un vídeo de la organización ecologista PETA en el que empleados de esta subcontrata daban muestras de extrema crueldad con los pollos, llegando incluso a arrancarles los picos estando vivos.

Según informan hoy la cadena CBS y el diario 'New York Times', un investigador contratado por PETA --polémica organización pro-vegetarianismo-- se infiltró en una planta de la empresa 'Pilgrim's Pride' en Moorefield (Virginia Occidental), donde trabajó entre los meses de octubre de 2003 y mayo de 2004.

El investigador consiguió grabar varios vídeos en los que empleados de la empresa daban patadas a los pollos y los arrojaban contra las paredes, y presenció incluso cómo les arrancaban los picos, les retorcían el pescuezo y les pintaban con sprays, "y todo ello estando vivos".

PETA ha anunciado su intención de presentar una denuncia ante las autoridades locales por violación de las leyes de crueldad animal. Por su parte, Yum! Brands, la compañía propietaria de KFC, que recibió una copia del vídeo y del testimonio del investigador, ha exigido a su proveedor que despida a los empleados responsables de estos actos.

En declaraciones al 'New York Times', la portavoz de KFC, Bonnie Warchauer, aseguró que la compañía "requerirá que el empleado o empleados responsables sean expulsados", y advirtió de que nuevos actos de este tipo "llevarán a la cancelación de la relación" contractual.

Por su parte, un portavoz de Pilgrim's Pride aseguró que la empresa tiene la intención de reabrir la investigación interna lanzada en su momento por anteriores denuncias de crueldad con las aves. Esta fábrica fue en su momento sede de la entrega de los premios al 'proveedor del año' de KFC.

PETA relanzó su campaña contra KFC el año pasado, presentando incluso una denuncia en su contra ante los tribunales, y exigiéndole un mayor control de sus proveedores.