POIO (PONTEVEDRA), 5 May. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha detenido a una persona y se han identificado a otros diez individuos por el altercado registrado en la noche de este lunes en el poblado chabolista de O Vao de Arriba, en el municipio pontevedrés de Poio.
Dos agentes municipales resultaron heridos al ser apedreado su coche patrulla por parte de un grupo de unos 20 vecinos de este asentamiento marginal conocido por ser un punto negro en la venta de droga al menudeo. Todo ello sucedió en el marco de un control de movilidad realizado por la Guardia Civil con motivo del estado de alarma decretado por la pandemia del COVID-19.
Este martes el alcalde de Poio, Luciano Sobral, ha informado de que los agentes agredidos se recuperan en sus domicilios de las lesiones sufridas tras recibir el alta la pasada noche en el Hospital Montecelo, donde estuvieron acompañados por el regidor y la edil de Seguridad Ciudadana, Marga Caldas.
"Están completamente abatidos, con cortes, magullados por todos lados", han explicado sobre los policías que ahora están de baja médica. Según han apuntado, una de las agentes resultó herida en un ojo con los cristales de la ventana del coche durante el ataque.
Para Luciano Sobral lo ocurrido en este asentamiento chabolista "son unos hechos graves que no pueden quedar impunes". "Los autores deben pagar por ello", ha insistido el alcalde, que ha añadido "quien actúa de esta forma tiene que saber que la Justicia y la Ley hay que cumplirlas".
APOYO
En esta misma comparecencia el jefe de la Policía Local, Antonio Duarte, ha relatado que, alertados por el 112, los dos agentes municipales acudieron sobre las 20,07 horas del lunes a O Vao en apoyo de la Guardia Civil que acababa de detener a una persona reincidente en saltarse el confinamiento. Este hombre opuso resistencia a la detención, lo que provocó la reacción violenta de sus vecinos.
Al llegar al lugar, la Guardia Civil ya no estaba, y el coche policial fue rodeado por una multitud que les lanzó piedras y les golpeó con palos. "Los dos agentes lograron abandonar el vehículo y tuvieron que esperar a los refuerzos fuera del poblado", ha explicado Duarte.
En esa turba había gente con "piedras, bates, palos, había dos vecinos que tenían un hacha", aseguró. El jefe de la Policía Local solicitó entonces refuerzos a la Guardia Civil, a la Policía Local de Pontevedra y a la Policía Nacional, cuya presencia disolvió el tumulto y apaciguó los ánimos.
CONTUNDENCIA
El alcalde ha asegurado que "el Ayuntamiento de Poio va a actuar con contundencia en este tema", y ha anunciado que el gobierno local "tomará todas las medidas que estén" en su mano "para poner ante la Justicia a todas las personas que actuaron de esta manera", con una violencia que ha descrito como "casi salvaje".
El regidor nacionalista ha agradecido todas las muestras de solidaridad y apoyo mostradas, tanto por personas particulares como por instituciones públicas, y ha apelado a la "colaboración" del resto de administraciones para resolver juntos este "problema endémico", ya que "el poblado gitano de O Vao es un lugar de permanente conflicto que se antoja de difícil solución", ha abundado, para un ayuntamiento como Poio.
Así, junto a las intervenciones policiales de "control y represión de la actividad ilegal" ha dicho que "tiene que haber una solución integral para resolver el problema social que se da en ese poblado marginal". "Esto no puede quedar en el olvido ni en la impunidad", ha sentenciado el alcalde.
