Masud Barzani
REUTERS / ARI JALAL
Actualizado: viernes, 20 octubre 2017 2:30

MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, ha criticado este jueves la orden de arresto emitida por un tribunal iraquí para la detención del vicepresidente de la región semiautónoma, Kosrat Rasul.

En su comunicado, Barzani ha recalcado que la decisión "es política" y que "claramente muestra la mentalidad existente en las autoridades de Bagdad", según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.

"¿Debe ser una nación castigada de forma colectiva por expresar su opinión de forma pacífica? ¿Debe ser arrestada una persona por expresar su opinión? Es esta mentalidad la que explica por qué nadie puede vivir con ellos", ha subrayado.

Así, ha resaltado que las autoridades centrales son libres de tomar sus decisiones, agregando que "deben saber que no pueden ni tienen el derecho a arrestar a un patriota como Kosrat u otros patriotas".

Un tribunal iraquí ha emitido durante la jornada una orden de arresto contra Rasul por describir como "invasoras" a las fuerzas de seguridad iraquíes presentes en la provincia de Kirkuk, en disputa entre el gobierno central y el de la región semiautónoma.

El tribunal esgrime contra él el artículo 226 del Código Penal, que contempla hasta siete años de cárcel por insultar públicamente a las fuerzas de seguridad iraquíes.

Este mismo jueves, el gobierno del Kurdistán ha aplaudido el llamamiento al diálogo lanzado esta semana por el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, que el martes invitó a los kurdos a comenzar una "nueva relación" y habló del referéndum independentista del 25 de septiembre como "algo del pasado".

La consulta, no vinculante, se celebró en contra del criterio de Bagdad, que consideró inconstitucional dicha votación y adoptó a continuación una serie de represalias tanto económicas como políticas. Las autoridades kurdas no han dado ningún tipo de paso hacia la secesión y mantienen su defensa del diálogo.

Las autoridades de la región semiautónoma han señalado que la voluntad del pueblo no se puede silenciar por la vía militar, días después de que las fuerzas del Ejecutivo central recuperasen el control de Kirkuk. En su nota, de hecho, el Gobierno kurdo ha llamado a ayudar a "los fuertes hermanas y hermanos de Kirkuk y Tuz Jurmato".

En este sentido, el ministro de Exteriores del Kurdistán iraquí, Falá Mustafá Bakir, ha asegurado durante la jornada que las autoridades de la región semiautónoma no buscan una guerra con el Ejército de Irak.

Los peshmerga se han replegado en estos días a las posiciones previas a junio de 2014, cuando el grupo yihadista Estado Islámico lanzó una ofensiva relámpago que le permitió hacerse con amplias zonas de Irak.

Las tropas del Gobierno central iraquí recuperaron el lunes el control de Kirkuk, poco después de que los peshmerga abandonaran la zona, en el marco de una serie de iniciativas emprendidas como represalia por la celebración del referéndum independentista del 25 de septiembre.

Los avances militares han seguido en estos últimos días, hasta el punto de que las fuerzas kurdas habrían renunciado ya a todas las áreas donde habían ganado influencia en estos últimos años. "Hemos retrocedido el reloj a 2014", ha afirmado un comandante militar iraquí en declaraciones a la agencia británica de noticias Reuters.

El territorio que controlaban hasta ahora los peshmerga queda oficialmente fuera de los límites del Gobierno Regional del Kurdistán, aunque se trata de zonas en disputa cuyo futuro sigue sin resolverse, a pesar de que teóricamente la Constitución establece un plan para que decidan si quieren inclinarse por Erbil o por Bagdad.

La región del Kurdistán iraquí, en el norte del país, es autónoma e independiente 'de facto' desde la guerra de Irak de 1991 y cuenta con su propio ejército, los peshmerga. Es una de las cuatro regiones históricas del Kurdistán junto con la región kurdo-siria (Rojava), el sureste de Turquía y el noroeste de Irán.

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