MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) - A la reunión han asistido también el vicepresidente del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Kim Yong Chol --que entregó a principios de junio una carta de Kim a Trump--, el ministro de Asuntos Exteriores del país, Ri Yong Ho, y el director de Relaciones Internacionales del partido, Ri Su Yong, que también fue exministro de Exteriores entre 2014 y 2016. Además, ha aventurado que, "sin duda", ambos tendrán "una relación fantástica a partir de ahora" dado que el encuentro "va muy bien". "Juntos vamos a solucionar un gran problema, un gran dilema", ha añadido, según ha recogido la agencia de noticias Yonhap. Kim, por su parte, ha asegurado que el camino para llegar a las conversaciones "no ha sido fácil" y que los dos han tenido que enfrentarse a numerosos "obstáculos" y "prejuicios" para hacer posible el encuentro. "No ha sido sencillo llegar aquí. El pasado no nos ha dejado avanzar y las viejas prácticas y prejuicios nos han cegado, pero hemos sido capaces de sobreponernos a todo y llegar aquí hoy", ha manifestado Kim, que ha destacado que el cara a cara parece sacado de "una película de ciencia ficción". A la comida de trabajo se sumarán la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders; el embajador estadounidense en Filipinas, Sung Kim -quien fuera embajador en Corea del Sur y representante estadounidense en las conversaciones a seis bandas-, y el director para Asia del Consejo de Seguridad Nacional, Matt Pottinger. La expectativa ante la cumbre es que esta sirva de punto de partida hacia un proceso de desnuclearización de la península de Corea y un futuro tratado de paz. No obstante, el resultado de la cumbre es, a todas luces, incierto dado el carácter de los mandatarios.