Empleados del diario Zaman
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Actualizado: martes, 8 marzo 2016 15:15

MADRID, 8 Mar. (EDIZIONES) -

Turquía es un caleidoscopio de culturas, puente entre Oriente y Occidente pero también escenario del conflicto por la tensión con los kurdos, que son una quinta parte de su población, y sus demandas nacionalistas al sureste del país, así como la imposición de leyes islamistas y de ataques de grupos terroristas como Estado Islámico, entre otros.

Turquía, a pesar de ser una república democrática, ha impuesto la prohibición a medios y redes sociales en aras de la defensa del bien común. Esta misma semana, un tribunal turco tomó el control de la única agencia de noticias privada que cubría las elecciones en todo el país, Cihan, tras haber incautado el diario 'Zaman', cuyo control asumió el Gobierno el 4 de marzo.

El país ha registrado además detenciones que se alargan un año en espera de juicio a acusados que suelen implicar críticas a la administración pública o altos cargos del país. Así, los periodistas Can Dundar y Erdem Gul del periódico Cumhuriyet, fueron liberados tras pronunciarse el Tribunal Constitucional y considerar una violación de sus derechos humanos su encarcelamiento desde el pasado mes de noviembre.

La detención se justificó por publicar un vídeo en el que presuntamente la agencia de inteligencia nacional envía armas a los militares a Siria bajo la forma de ayuda humanitaria. El presidente Recep Tayyip Erdogan aseguró entonces que ni reconocía ni respetaba la sentencia.

Otros casos son el del periodista Mehmet Baransu, que en marzo del año pasado fue acusado de obtener documentos de Estado secretos por una noticia que publicó en 2010 y continuó en espera de juicio hasta finales de ese año, según informa Amnistía Internacional. En noviembre de 2015, la periodista Canan Coskun fue condenada a hasta 23 años y 4 meses de cárcel, acusada de insultar a diez fiscales por afirmar que habían obtenido bienes inmuebles rebajados por sus puestos.

Protestas en Turquía

LOS MEDIOS, BAJO FOCO

No sólo los periodistas son foco del Gobierno turco, también las empresas mediáticas en sí han tenido que confrontar o desaparecer ante el ojo crítico del Estado. Cuatro días antes de las elecciones generales de Turquía, que se celebraban el 1 de noviembre de 2015 y en la que resultó vencedor el partido AKP, fundado por Recep Tayip Erdogan, los policías entraron con orden del Gobierno para cortar las emisiones del conglomeado mediático Koza Ípek. Además, el Estado cerró dos periódicos críticos con el poder -Millet y Bugun- y los reabrió más tarde como medios pro gubernamentales, según informa Amnistía Internacional.

Por otro lado, el poder de las redes sociales quedó demostrado en las protestas en Gezi, en Estambul, contra la construcción de un centro comercial, en 2013. La ola de quejas hizo que Erdogan, entonces primer ministro, calificara de "una amenaza a la sociedad" la red social -precisamente a través de su perfil en Twitter-. Sin embargo, Turquía ya bloqueó Youtube en 2007 y anunció en 2009 que Facebook seguiría la misma suerte aunque al final no lo aplicó.

Protestas en Turquía

Acusaciones como "propaganda terrorista" o "colaboración con una organización terrorista" son algunas de las razones habituales para justificar las detenciones y condenas, tanto a periodistas como a medios e internautas, así como se bloqueó compartir fotos en las explosiones en Ankara a principios de año. De 2010 a 2014, el medio 'Hurriyet' cifra en más de 150 las órdenes judiciales sobre los medios turcos y a fecha de mayo de 2015, desde la imposición más restrictiva de la ley que regula contenido en Internet, más de 80.000 sitios han sido prohibidos por quejas de código civil y propiedad intelectual, según recoge 'Internet Policy Review'.

Los ataques a Erdogan también son motivos recurrentes en casos como el de un estudiante de 17 años, con una condena condicional de más de 11 años por llamar al presidente "propietario ladrón del palacio ilegal". A ello se suma que la tensión en la sociedad turca se traslada en forma de violencia contra los periódicos. En febrero de este año, Reporteros Sin Fronteras informa que el periodista Ahmet Hakan del medio pro-gubernamental 'Star' fue asaltado en su casa. En julio del año pasado, se desactivó una bomba en la sede de este mismo medio.

Protestas en Turquía

Desde que en 1993 llegó Internet a Turquía en medio de un país convulso en el que los kurdos combatían al Gobierno turco en un conflicto que se ha saldado con miles de vidas y tras varios golpes de Estado -en 1960, 1971 y 1980-, el país comenzó a regular la red en 2001, al exigir el registro de las webs, escaló su control en 2004, para combatir el cibercrimen, y en 2006, un caso de fotografías pedófilas abrió camino a una legislación más restrictiva. Así, se sacó adelante una ley efectiva el 4 de mayo de 2007 que permitía bloquear de manera unilateral una web alojada fuera del país si atacaba al Gobierno y basándose en la defensa de la familia.

Turquía cuenta con más de 300 cadenas y más de 1.000 estaciones de radio, según informa la BBC. Sin embargo, temas militares, reivindicaciones kurdas y la política islamista son temas sensibles y en 2012 y 2013 lideraba la lista con el mayor número de periodistas en prisiones, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ en sus siglas en inglés).

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