Abdel Bary durante el juicio en la Audiencia Nacional - EUROPA PRESS
MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de la Audiencia Nacional José Perals ha elevado a definitivas sus conclusiones y mantiene por tanto la acusación de integración en organización terrorista tanto para Abdel-Majed Abdel Bary, un rapero británico a quien acusa de ser líder de una "célula" del Estado Islámico que se financiaba con estafas bancarias y que buscaba "consolidar" el califato islámico en España, como para los otros dos encausados, Abderrezak Seddiki y Kossaila Chollouah. El juicio ha quedado visto para sentencia.
En esta última sesión, tras escuchar a peritos policiales expertos en yihadismo y en delitos económicos, tanto la acusación como las defensas se han reafirmado en sus escritos previos y han informado a la sala de los motivos por los que se debía condenar o absolver a los acusados. Posteriormente, los tres acusados han hecho uso de la última palabra para subrayar que ninguno de ellos perteneció a ninguna célula de Estado Islámico que buscara atentar en suelo español.
El primero en defender sus argumentos ha sido el fiscal Perals que ha subrayado que de la prueba practicada queda demostrado que existe un delito de integración organización criminal "porque persiguen la yihad global". Además, ha enfatizado que en el momento de la detención y la entrada y registro en el piso que los tres compartían en la calle Cádiz de Almería "habían burlado la vigilancia policial".
En este sentido, se ha referido a la directiva europea sobre terrorismo para subrayar que los combatientes de Estado Islámico retornados a Europa "suponen una inminente amenaza de seguridad", algo que sustenta el hecho de que los agentes decidieran actuar con urgencia en abril de 2019 para detenerles. "Por ejemplo algunos de los --terroristas-- de los atentados de la Sala Bataclan eran retornados", ha recordado.
Además, ha enfatizado que el delito de integración "es permanente" por lo que a su juicio no se daría la extraterritorialidad --que el delito fuera anterior a la entrada en España--. Perals ha aseverado que el delito se comete desde que uno se integra en la organización terrorista y que solo cesa en supuestos de fuerza mayor, por ejemplo la detención del integrante.
"CORTANDO CABEZAS EN SIRIA"
Buena parte de su intervención la ha destinado a rebatir varias causas de nulidad sostenidas por las defensas, una de ellas era la relativa al uso de la información contenida en un sumario de la propia Audiencia Nacional de 2017 porque la defensa de Abdel Bary no había tenido acceso a la misma. Perals ha sido tajante al afirmar que si no tuvo acceso a ese sumario en 2017 fue porque el rapero británico "estaba cortando cabezas en Siria, en territorio islámico en 2015, y aleccionando a mujeres para que se desplazaran a casarse con él en Siria". Al hilo, ha citado el caso de la andaluza María Ángeles Cala, que fue detenida antes de que viajara para reunirse con él.
También ha rebatido que hubiera causa de nulidad porque no hubo querella del Ministerio Público al momento de la detención y registro del domicilio. Pero el fiscal ha recordado que el Supremo sostiene el requisito de la querella no es ineludible y que el escrito de acusación suple su presentación.
En cuanto al líder de esa supuesta célula terrorista, Abdel Bary, el Ministerio Público ha indicado que ya figuraba en avisos por terrorismo en Reino Unido, que hay referencias de Europol y que viajó de Turqía a Siria "para defender el camino de Alá". Ha citado que tras llegar en 2013 a ese país se hizo seguimiento en redes de su actividad y en 2017 posó con una cabeza decapitada. Ha añadido que Calas le identificó en esa imagen.
También ha apuntado que tanto él como los otros dos tenían un alto poder adquisitivo a su llegada a España, por mucho que lo hicieran a través de una patera aprovechando el flujo de la inmigración ilegal. "No se trata de simples inmigrantes que llegaron patera, tienen dinero, van a un piso turístico, no les gusta, luego otro, compran un portátil, compran comida en 'Glovo'", ha explicado para luego señalar que lograban fondos a través de estafas bancarias por el método del 'carding'.
Para el fiscal, el hecho de que en España el líder usara una identidad falsa y que se encontrara un visado para viajar a Sudán son hechos que apuntalan lo "evidente", y es que a su llegada a España "seguía integrado en Estado Islámico".
De los otros dos acusados ha resaltado por ejemplo que contuvieran en sus móviles audios o documentos con "concepciones rigoristas del Islam", de hecho, de Sedikki ha destacado que tenía en su poder un discurso de "uno de los padres del salafismo".
PIDEN LA LIBERTAD "INMEDIATA" PAR ABDEL BARY
Para la defensa de Abdel Bary, que ha sido muy incisiva y puntillosa a lo largo de toda la vista con cada declaración, las acusaciones sobre su cliente se basaban en "muchas elucubraciones" y ha recordado que el delito de terrorismo es un delito especial y por tanto debe haber querella previa que es "requisito inexcusable", por lo que ha acusado a Perals de haber infringido el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal (EOMF).
Asimismo, ha sostenido que el auto de entrada y registro supuso una injerencia en los derechos fundamentales de los tres detenidos --que han permanecido en prisión provisional desde su detención--. ha añadido que ese auto estaba poco motivado "porque no había obtención de datos suficientes para suponer que se iba a cometer un delito".
Por otro lado, ha afeado que no se comprobara mediante pericial que el hombre de las fotos que sujetaba una cabeza humana era realmente su cliente y ha añadido que no se ha aportado prueba alguna de que su cliente pertenezca al Estado Islámico (DAESH) ahora: "No se habla de la ideología, no se sabe a que líder religioso sigue mi defendido, no entendemos como le conectan con el islamismo radical (...), no se habla de martirio", ha apostillado.
Por ello, y por el análisis de sus terminales, ha indicado que no hay nada de lo que se pueda inferir "que se está cometiendo o se va a cometer un delito" y ha aseverado que la investigación ha sido prospectiva. Así, ante "la falta de concreción y de pragmatismo" a la hora de presentar indicios y pruebas por parte de las acusaciones, ha solicitado la absolución de Abdel Bary y ha pedido al tribunal que se le ponga en libertad de manera inmediata porque ha estado más de tres años en prisión provisional.
Las otras dos defensas, que se han adherido parcialmente a los sostenido por la de Abdel Bary han insistido en la idea de que desde la entrada a España hasta la detención de los tres pasó tan poco tiempo que no pudieron cometer delito alguno. Y se han preguntado si el delito continuado se mantiene a pesar en el tiempo si se cometió al principio: "Entiendo que no, por un perro que maté me llaman mataperros...".
Para ambos, la Policía actuó llevada por la "psicosis que existe alrededor de la yihad global". "Ya solo la palabra aterra, pero además hay películas y series sobre yihadistas", ha añadido uno de ellos señalando que hubo "precipitación" por parte de los agentes y eso mismo impidió que pudieran obtener pruebas suficientes para lograr ahora una condena.
En su turno de última palabra, el que fuera rapero británico --que se ha presentado con la segunda equipación del Real Madrid-- ha negado ser ningún líder al que la gente pueda seguir y ha apuntado que durante el juicio no ha visto prueba concreta de que pertenezcan "a una organización terrorista". Seddiki ha ahondado en esa idea comentando que para que haya una célula debe existir un plan y una ideología y ha sostenido que su única intención era reunirse con su mujer e hija que viven en Irlanda. El últimos de ellos, Kossaila ha sido breve y ha aclarado que no pertenece a ningún grupo, que no recibe órdenes de nadie y que confía en la Sala y en el tribunal.