MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Hacienda y ahora también Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha admitido en una conversación informal con los periodistas que las críticas a Dolores Delgado, propuesta para Fiscal General del Estado, "juegan con la apariencia" de que la Fiscalía pueda perder independencia.
Así, ha situado las críticas en un problema de "apariencia". Pero ha defendido el nombramiento, que no ve reversible, porque considera que la Fiscalía General no perderá un "ápice de independencia" y ha rechazado las críticas de incompatibilidad en el cargo por haber sido ministra de Justicia del mismo gobierno que la nombra como Fiscal General del Estado.
En su opinión, las incompatibilidades son para la empresa privada, con el fin de evitar que se produzcan intereses cruzados cuando un ministro o un secretario de Estado que abandona el Gobierno ficha por el sector privado, pero rechaza que sean aplicables a la administración pública.
Montero cree que el nombramiento del fiscal general siempre es complicado "se nombre a quien se nombre". Pero ha defendido el de Dolores Delgado por entender que "cumple con los requisitos" y que es una persona adecuada, absolutamente capaz, una mujer ecuánime, equilibrada y que tiene muy claro por donde tiene que ir la justicia en este país.
En este sentido, se ha mostrado convencida de que la nueva Fiscal General va a dar un empuje muy grande a la Fiscalía sin perder un "ápice de independencia".
María Jesús Montero se ha defendido también de las acusaciones por este nombramiento del Ejecutivo asegurando que el Gobierno no habla con la Fiscalía y que ella misma solo ha hablado en una ocasión con la actual Fiscal General y por una cuestión de recursos. Además, ha asegurado que el Gobierno tiene un camino y la Fiscalía y las sentencias otro distinto como se ha demostrado.
Las críticas al nombramiento de Dolores Delgado han sido inmediatas tras conocerse la noticia entre la mayoría de las asociaciones de jueces y fiscales, dado que hasta "anteayer" era ministra de Justicia, algo que consideran que compromete la apariencia de imparcialidad del Ministerio Público.
Así lo manifestado la presidenta de la Asociación de Fiscales (AF) --la mayoritaria de la carrera--, Cristina Dexeus, que ha asegurado que es "una manera muy clara de indicar" que el Gobierno quiere tener "sometida" a la Fiscalía.
Dexeus ha reconocido que la noticia le ha causado "estupor" y que no le parece "adecuado" su designación como la máxima representante del Ministerio Fiscal, ya que ha ejercido un puesto político y esto supone "retorne sin más a la carrera" fiscal.
La portavoz de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), Teresa Peramato, --asociación de la que era miembro Delgado antes de ser ministra de Justicia-- ha reconocido que el nombramiento "puede provocar reticencias". Sin embargo, en declaraciones a Europa Press, ha destacado que "hay que dar un voto de confianza", ya que Delgado es consciente de que el fiscal general del Estado es una figura "absolutamente independiente durante su mandato".
Incluso el PP ha anunciado que recurrirá el nombramiento por entender que vulnera el Estatuto orgánico que consagra la independencia del máximo responsable de este órgano.
