Ignacio Dean: "Cuidar el medio ambiente es cuestión de sensibilidad y responsabilidad"

Ignacio Dean posa junto a un mural
IGNACIO DEAN
Actualizado: lunes, 17 abril 2017 13:56

86 días caminado sin descanso (4.100 kilómetros), visitó 31 países

MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

"Cuidar el medio ambiente es una cuestión de sensibilidad y responsabilidad, de sentido común", así responde Ignacio Dean, primer español en dar la vuelta al mundo a pie, cuando se le pregunta por cómo se puede fomentar un mejor cuidado del planeta, además de añadir que es una "tarea que corresponde tanto a gobiernos como a empresas y sociedad", porque todos van "en el mismo barco".

El autor de 'Libre y Salvaje', que recorrió 33.000 kilómetros durante tres años a lo largo de 31 países y cuatro continentes --Europa, Asia, Oceanía y América--, comenzó su aventura con el objetivo de concienciar sobre la degradación del planeta y demandar una mayor responsabilidad por parte de la sociedad.

Por este motivo, llamó a su aventura 'Earthwidewalk', marcha mundial por la naturaleza y el planeta Tierra'. Además, Dean publica su obra coincidiendo con el Año Internacional del Turismo Sostenible, con el que la Organización Mundial del Turismo (OMT) tratará de promover un turismo que repercuta de forma sostenible en el crecimiento económico, que ayude a proteger el medio ambiente, a transmitir y proteger los valores culturales y la diversidad, entre otras cosas.

Para ello, entre los meses de julio a mayo, coincidiendo con temporada alta, la OMT desplegará una campaña con el lema 'Viaja, disfruta y respeta' para transmitir estos valores a la hora de viajar a otros países.

Para cumplir el objetivo que plantea la organización, Dean señala además, en una entrevista con Europa Press, que es importante "crear un marco y una atmósfera", a través de la educación, la legislación y la investigación, "donde se cuide la naturaleza".

Otras de las cuestiones que indica el malagueño para ser más respetuosos con el mundo que nos rodea es "ser menos consumistas", consumir productos locales y de temporada, plantar árboles y "usar fuentes de energía renovables" y "fomentar el turismo sostenible".

Una vez completada su hazaña, en la que permaneció 57 días en México y 86 caminado sin descanso (4.100 kilómetros), ascendió hasta 4.8000 metros de altitud en la cordillera de los Andes o aguantó temperaturas de 50 y -13 grados centígrados, relata que, "sin duda", su mensaje ha recalado en la sociedad, ya que ha hecho todo lo que estaba en sus manos y tiene la "seguridad" de haber aportado su granito de arena.

"He conocido miles de personas, he dado charlas en colegios y universidades, he documentado el estado medioambiental de los ecosistemas que iba atravesando y no cabe la menor duda de que ese trabajo no cayó en saco roto", agrega Dean.

Desde un punto de vista más turístico, recomienda sitios como Eslovenia, Nepal, Malasia, Australia, Chile, Costa Rica o México para embarcarse en una nueva aventura.

"QUIERO QUE MI HISTORIA APORTE ALGO DE LUZ AL MUNDO".

Ahora con su libro, donde recoge cómo presenció un atentado en Bangladesh, sufrió un asalto con machetes o contrajo la fiebre 'chikungunya', entre otras cosas, se marca como meta "contar una historia inspiradora" que aporte "algo de luz al mundo", "y trasmitir la idea de que el planeta es un hermoso lugar que merece la pena cuidar".

Además, explica que lo ha titulado 'Libre y Salvaje' porque este es el "espíritu" que subyace detrás de su viaje. "Es un libro de aventuras que, con el hilo argumental de mi vuelta al mundo a pie, habla de culturas, retos deportivos, naturaleza, valores y reflexiones entre las que voy intercalando fragmentos de mis diarios. Es un libro muy completo, sin nada accesorio", añade.

Al ser preguntado si le ha resultado más complicado completar su viaje o su obra, Dean destaca que lo más difícil para él durante los años en los que recorrió el mundo fueron las situaciones en las que puso su vida en juego. También reconoce que le costó mucho estar sentado frente al ordenador durante "ocho horas" al día "después de haber estado tres años al aire libre en contacto con la naturaleza".

"Ha sido difícil escoger qué contar, cuando sólo las travesías por la India o Australia podían constituir un libro o una película por sí solas", apunta.

"SENTÍ FELICIDAD Y ATURDIMIENTO".

Este aventurero 'sostenible' explica que cuando llegó al kilómetro cero de la Puerta del Sol de Madrid tuvo una "mezcla de sensaciones", ya que sintió "felicidad" por cumplir su sueño, pero algo de "aturdimiento por estar rodeado de tanta gente". "Me costaba creer que ese momento hubiera llegado", afirma.

Ignacio Dean completó su viaje en solitario y sin asistencia médica, pero tuvo un fiel acompañante que aún conserva, su carrito. Sobre él cargaba lo mínimo que necesitó para sobrevivir y llegó a gastar hasta ocho cubiertas de las ruedas traseras y cuatro delanteras. Ahora, baraja la opción de subastarlo y "destinar lo que recaude a una buena causa".

"A LARGO PLAZO NO HAGO PLANES".

Cuando llegó a España, durante los primeros días se sintió agobiado por las multitudes y el ruido porque se había convertido "en una persona acostumbrada al silencio". "Me subía a un coche y me mareaba, el aire de las casas me parecía muy seco, no me apetecía escuchar música, oía un ruido a mis espaldas y me giraba automáticamente acostumbrado a estar siempre alerta", detalla.

"Sin embargo, sí fui capaz de superar las dificultades que entraña dar la vuelta al mundo caminando. Pensaba: cómo no iba a ser capaz de adaptarme a unas comodidades y disfrutar de mi gente. Estoy donde quiero, a pesar de que a veces echo de menos la intensidad y la novedad de cada día cuando estaba inmerso en la aventura", asegura.

Hace un año que culminó su sueño y ahora afirma sentirse "feliz y satisfecho" y que ya está preparando nuevos retos, entre los que se plantea recorrer África. "Tal vez, algún día", comenta, aunque en el "futuro inmediato" determina que continuará con la promoción de su libro e impartirá conferencias con las que compartir los aprendizajes de su viaje. "A medio plazo, embarcarme en una nueva aventura, un nuevo reto. Y a largo plazo no hago planes", aclara.