GRANADA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El 32 por ciento de las mujeres reconoce haber padecido algún tipo de maltrato, de carácter físico, psicológico y/o sexual, por parte de la pareja a lo largo de su vida, según se concluye en un estudio realizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), organismo dependiente de la Consejería de Salud de la Junta y con sede en Granada, y el Grupo de Estudio para la Violencia de Género.
El análisis se ha llevado a cabo mediante un cuestionario anónimo a 1.402 mujeres de entre 18 y 65 años elegidas aleatoriamente en 23 consultas de atención primaria de Andalucía, Madrid y Valencia en el 2003, según informó la EASP en una nota.
El 14 por ciento de las encuestadas reconoció haber sido maltratada psicológicamente por su pareja en alguna etapa de su vida mediante amenazas, insultos, humillaciones, etcétera. El siete por ciento de las mujeres manifestó haber sufrido maltrato psicológico y físico a la vez y el seis por ciento padeció un tercero de carácter sexual.
Una de las características más frecuentes de la violencia contra las mujeres es que el agresor suele aislarlas de sus familiares y amigos con el objetivo de mantener un estado de dependencia y control. En este sentido, el estudio, elaborado por la profesora de la EASP Isabel Ruiz y publicado en 'Gaceta Sanitaria', busca establecer cómo influye el apoyo social en el maltrato a la mujer.
Mientras que el 31 por ciento de las encuestadas con apoyo social refirió haber sido víctima de cualquier tipo de violencia en alguna etapa de su vida, el porcentaje de maltratadas asciende al 80 por ciento entre las mujeres que manifestaron no contar con ningún tipo de apoyo social.
Entre las encuestadas que sufrieron maltrato en una relación pasada pero no en la actual, más del 90 por ciento recibió apoyo social global y casi el 40 por ciento por parte de su pareja actual.
Además, las mujeres maltratadas por su pareja en el pasado y que reconocieron tener algún tipo de apoyo tenían un 86 por ciento menos de probabilidades de volver a ser maltratadas en la actualidad que las que refirieron no tener apoyo social.
Los resultados sugieren, por tanto, que una estrategia de intervención esencial contra la violencia de género debería ser restablecer las redes sociales de las mujeres maltratadas.
