La Justicia evolucionó para favorecer la cooperación

Alegoría de la Justicia
Foto: JMR-MEMPHIS1/WIKIMEDIA
Actualizado: viernes, 19 septiembre 2014 8:44

MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La respuesta humana a la injusticia se desarrolló con el fin de apoyar la cooperación a largo plazo entre individuos. Asi concluye un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Georgia y la Universidad Emory, ambas en Atlanta, Estados Unidos.

   La justicia es un ideal social que no se puede medir, por lo que para entender la evolución de la equidad en los seres humanos, la doctora Sarah Brosnan, de los departamentos de Psicología y Filosofía, el Instituto de Neurociencias y el Centro de Investigación de Lengua de la Universidad de Georgia, ha pasado la última década analizando las respuestas de comportamiento a la recompensa igual frente a la desigual en otros primates.

   En su artículo, publicado en 'Science', ella y su colega Frans de Waal, del Centro Nacional de Investigación de Primates Yerkes y el Departamento de Psicología de la Universidad de Emory, revisaron la literatura de su propia investigación sobre las respuestas a la desigualdad en los primates, así como estudios de otros científicos.

   Aunque la justicia es fundamental para los seres humanos, no se sabía cómo se había producido, pero Brosnan y De Waal presumen que evolucionó y, por lo tanto, se pueden ver elementos de ella en otras especies. "Este sentido de la justicia es la base de un montón de cosas en la sociedad humana, desde la discriminación salarial a la política internacional", afirma Brosnan.

   "Lo que nos interesa es por qué los humanos no están contentos con lo que tienen, incluso aunque sea suficientemente bueno, si alguien posee más. Nuestra hipótesis es que esto es importante porque la evolución es relativa. Si cooperas con alguien que obtiene más de los beneficios acumulados, lo hará mejor que tú, a tu cargo. Por lo tanto, empezamos a explorar si las respuestas a la desigualdad eran comunes en otras especies que cooperan", detalla.

   Brosnan y De Waal comenzaron sus estudios de equidad en monos en 2003, convirtiéndose en los primeros en el campo que analizan este tema en cualquier especie no humana, resalta Brosnan.

   En ese estudio, los monos capuchinos marrones empezaron a inquietarse y se negaron a realizar una tarea cuando un compañero recibió una recompensa superior para la misma tarea. Desde entonces, Brosnan ha probado las respuestas a la desigualdad en nueve especies diferentes de primates, incluyendo los seres humanos, detectando que las especies sólo responden a la desigualdad cuando cooperan de forma rutinaria con individuos que no están relacionados con ellos.

   Brosnan y De Waal tienen la hipótesis de que los individuos deben estar dispuestos a renunciar a un beneficio con el fin de alcanzar la igualdad de resultados y estabilizar valiosas relaciones de cooperación a largo plazo. Hasta ahora, esto sólo se ha encontrado en los seres humanos y sus parientes más cercanos, los monos.

   "Renunciar a un resultado que te beneficia con el fin de lograr beneficios a largo plazo de la relación requiere no sólo la capacidad de pensar en el futuro, sino también del control de uno mismo para rechazar una recompensa, lo que requiere una gran cantidad de control cognitivo", sugiere Brosnan.

   "Por lo tanto, la hipótesis es que una gran cantidad de especies responden negativamente a conseguir menos que un socio, lo que es el primer paso en la evolución de la justicia, pero sólo unas pocas especies son capaces de dar el salto a ese segundo paso, que conduce a un verdadero sentido de la justicia", concluye.

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