John Huston:"Mi vida ha estado compuesta de episodios disparatados, mujeres, cacerías, apuestas, boxeo, dirigir, actuar"

Actualizado: viernes, 4 agosto 2006 12:30

Mañana se celebra el centenario del nacimiento del director de 'La noche de la iguana', 'La reina de África' o 'Vidas rebeldes'

MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

El director John Huston (Nevada Missouri, EE UU, 1906-Newport, Reino Unido, 1987), uno de los nombres que traen a la memoria colectiva todo el atractivo del mundo del cine, habría celebrado el próximo 5 de agosto su 100 cumpleaños. Este personaje polifacético, fue militar, boxeador, periodista, dramaturgo, novelista, pintor, cronista judicial, guionista e incluso actuó en muchas de sus películas, pero todo fue en beneficio de su verdadero amor: el cine. Con una trayectoria profesional de más de 40 años, cosechó todos los géneros con un espíritu aventurero que reflejaba su propia experiencia vital.

Una vida que, como el mismo reconocía, "ha estado compuesta de episodios azarosos, tangenciales, disparatados... Cinco esposas, muchas relaciones, algunas más memorables que unos matrimonios, la cacería, las apuestas, los 'purasangre', pintar, coleccionar, boxear, escribir, dirigir, actuar...".

"Mi vida ha estado muy bien, pero no tengo la menor idea de cómo llegué a este momento de mi vida, en el que he perdido la huella de mis años. He vivido muchas vidas y me inclino a tener envidia al hombre que vive una sola, con una mujer, un trabajo, un país... bajo un solo Dios. Quizá esa no sea una existencia emocionante, pero al menos cuando llega a mi edad sabe cómo ha llegado. Yo no lo sé. Sólo cuento los nombres de aquellos que se han ido y de aquellos que aún están: los cuento como un pirata cuenta su botín al final de un largo viaje", declaraba en 1981 a la revista 'Vogue', cuando el cineasta vivía en su casa mexicana de Las Caletas, Puerto Vallarta.

Con un discurso cinematográfico que suele girar alrededor de la trayectoria del hombre a la búsqueda de un objetivo idealizado, se convirtió en uno de los mejores narradores surgidos de Hollywood, recibiendo varios Oscar a lo largo de su carrera y el León de Oro del Festival de Venecia a su larga trayectoria cinematográfica.

BOXEADOR PROFESIONAL

Hijo del gran actor Walter Huston y de la periodista Thea Gore, fue un niño endeble al principio (tenía un soplo de corazón) pero se hizo un atleta a toda prueba automoldeándose. Por admiración a México se incorporó al ejército revolucionario de Pancho Villa y se convirtió en boxeador profesional. De regreso a Estados Unidos inició su carrera literaria escribiendo relatos para el 'American Mercury'.

Huston comenzó su carrera como director de manera vertiginosa. Después de escribir para William Wyler, Anatole Livtak, William Dieterle y Raoul Walsh, en 1941 los estudios Warner le dieron la oportunidad de dirigir sus propios guiones. Firmó un contrato de siete años, pero sólo pudo rodar cinco películas, entre ellas 'El halcón maltés' (1941), minuciosa adaptación de la novela policiaca homónima de Dashiell Hammett.

Poco después, mientras rodaba 'Across de Pacific', una aventura de espionaje, se enroló en la aviación debido a la guerra y no pudo acabar el rodaje de esta película. Mientras permaneció en el ejército se convirtió en cineasta militar donde realizó tres documentales de los cuales se dijo que "ellos solos constituían la película de guerra más bella del segundo conflicto". Estos tres documentales eran 'Report from de Aleutians', 'The battle of San Pietro' y 'Let there be light', esta última era una película sobre el tratamiento psiquiátrico de los heridos de guerra, donde Huston se inició en las técnicas de la hipnosis.

'CAZA DE BRUJAS'

Libró una batalla contra el comité de asuntos "antiamericanos", la conocida 'caza de brujas', que lo llevó hasta Washington. Luego llegaría 'El tesoro de Sierra Madre' (1948), por la que conseguiría un Oscar, y en los años 50 llegarían 'La jungla de asfalto' (1950), 'La roja insignia del valor' (1951) y uno de los grandes éxitos de toda su carrera: 'La reina de Africa' (1951), con Katharine Hepburn y Humphrey Bogart, una locura conmovedora de una solterona y de un borracho desafiando a los alemanes a lo largo del Río Congo.

Poco después de rodar 'Moulin Rouge' (1952), donde contaba la vida de Toulouse Lautrec, y donde hacía un hábil uso del color, llegarían 'La burla del diablo' (1954), sobre un guión original de Truman Capote; 'Moby Dick' (1956) o 'Sólo Dios lo sabe' (1957), una adaptación de la novela de Charles Shaw, que expone de diferentes maneras su personal mirada sobre el fracaso.

Luego llegarían 'El bárbaro y la geisha' (1958), 'Las raíces del cielo' (1958), una aventura africana basada en una novela de Romain Gary, y 'Los que no perdonan' (1960)'.

Después vendría el fracaso comercial de la excelente 'Vidas rebeldes' (1961), que escribió el dramaturgo Arthur Miller para su mujer Marilyn Monroe. "La empaparon de erotismo para vender más. Es cierto que su fuerza erótica permanece en la pantalla, logra captarla la fotografía, pero la cámara consigue captar más de ella, mucho más", decía sobre Marilyn Monroe, a quien definía como "parte de la vida; una glorificadora de la vida".

En los años sesenta y setenta siguió alternando encargos con irregulares obras personales como 'Freud, pasión secreta' (1962), 'El último de la isla' (1963) o 'La noche de la iguana' (1964), teatral versión de la obra de Tenesse Williams.

AVA GARDNER

"Fue de lo mejor en esa época. Estuvimos de acuerdo en que Richard Burton podría desempeñar idealmente el papel del reverendo Shannon y que Deborah Kerr sería Hanna Jelkes, la pintora viajera del grupo. Ava Gardner representaría a Maxine, la encargada del hotel", señalaba Huston, quien tuvo que pasarse cuatro días de juerga en la vida nocturna madrileña para convencer a Gardner de trabajar en este filme.

Otras de sus películas en estos años serían 'La Biblia' (1966), 'Casino Royale' (1967), 'La horca puede esperar (1968), 'Paseo por el amor y la muerte' (1969), 'La carta del Kremlin' (1970) o 'El juez de la horca' (1972), un atípico western sobre la vida del juez Roy Bean, con guión de John Milius.

En 'Fat city' (1972) contaría una historia del boxeo basada en una novela de Leonard Gardner convertida en guión por él mismo. También rodaría 'El hombre de Mackintosh' (1973), 'El hombre que pudo reinar' (1975), un viejo proyecto sobre una historia de Rudyard Kipling que debían haber protagonizado Clark Gable y Humphrey Bogart en lugar de Sean Connery y Michael Caine; y 'Sangre sabia' (1979), un extraño retrato de un predicador del Sur de EE UU, basado en una novela de Flannery O'Connor.

DEMASIADAS EX MUJERES

Tal como contaba en sus memorias 'A libro abierto' (1980), durante la década de los ochenta prosiguió con su táctica de alternar encargos para mantener a sus "demasiadas" ex mujeres (se casó cinco veces) y sus múltiples casas, con 'Phobia' (1980), 'Evasión o victoria' (1981), 'Annie' o obras personales como 'Bajo el volcán' (1984), adaptación imposible de la novela de Malcolm Lowry; y 'El honor de los Prizzi' (1985), desigual comedia negra sobre la Mafia.

Su última joya fue la película 'Dublineses', interpretada por Anjelica Huston y con guión de su hijo Tony Huston, en la que el cineasta, a las puertas de la muerte, dirigió desde una silla de ruedas y con la ayuda de una mascarilla de oxígeno.