TOKIO, 18 Feb. (Reuters/EP) -
La campaña de los ecologistas ha obligado a las autoridades japonesas a suspender definitivamente la actual temporada de caza de ballenas en el océano Antártico, ha informado el Ministerio de Pesca. "Se ha vuelto difícil garantizar la seguridad de la flota", ha dicho el ministro, Michihiko Kano, quien afirma que no hay otra opción.
La Sociedad de Conservación y Protección del Mar ya habla de una victoria para las ballenas. El responsable del grupo en Australia, Jeff Hansen, asegura que los activistas se limitaron a trasladarse a la zona de la caza e interrumpir la labor de la embarcaciones antes de que dieran comienzo.
Junto a Islandia y Noruega, Japón es el único país que continúa con estas actividades. Para ello alega razones culturales y se sirve de permisos para cazar los animales marinos con fines científicos.
Además, la organización explica que, gracias a sus iniciativas, cada vez el sector depende más de los subsidios. "Permaneceremos en el océano Meridional y si vuelven la próxima temporada, estaremos ahí para llevarles de vuelta al norte", asegura.
La flota vuelve a los puertos nipones con apenas 170 ejemplares cazados, lejos de los 850 marcados como objetivo. Las autoridades ya habían suspendido temporalmente la caza hace unos días, pero los barcos seguían en la zona. En 2007 hubo que tomar la misma medida tras registrarse un incendio en uno de los barcos, a consecuencia del cual murió una persona.
Hace unos meses Australia denunció a Japón ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, para detener sus actividades en el océano Antártico, pero no se espera que el organismo internacional tome una decisión antes de 2013.
Un activista de la Sociedad de Conservación fue condenado a dos años de prisión en julio por abordar un barco utilizado para la caza. El año pasado, una de las embarcaciones del grupo se hundió tras colisionar con otra nave.
