Actualizado 24/02/2011 20:15

Raül Robert, Emprendedor Social de Ashoka 2010: "La cooperativa de uso de vivienda frena la especulación"

Raül Robert, Emprendedor Social de Ashoka 2010
ASHOKA

Raül Robert está poniendo en marcha el modelo 'cooperativa de uso de vivienda', una alternativa a los modelos actuales de acceso a la vivienda en España y que actualmente funciona en Manresa y Figaró (ambas en Cataluña) y se encuentra en fase de negociaciones en Rivera del Fresno (Extremadura). En esta entrevista concedida a Europa Press Robert explica esta iniciativa que "flexibiliza el mercado, frena la especulación y otorga a los cooperativistas derechos similares a los de un propietario".

.- ¿Cómo tuvo la idea de desarrollar este modelo de acceso a la vivienda?

Todo comenzó por mi dificultad de acceso a la vivienda, así como la de un grupo de personas. Entonces, estuvimos estudiando los modelos de acceso a la vivienda de países como Canadá, Uruguay, Noruega o Dinamarca y vimos que, aparte de la propiedad o el alquiler, había otras maneras viables de acceso. Entonces constituimos 'SostreCivic', una cooperativa de vivienda y una entidad que promueve y asesora sobre este modelo de cooperativa de uso, para estudiar y proponer este nuevo modelo a las administraciones y particulares.

.- ¿Cómo se está desarrollando en modelo en las ciudades en las que se lleva a cabo el proyecto?

Muy bien porque, por un lado, las familias han encontrado una manera de acceso a la vivienda sin hipotecarse de manera individual, con las mismas garantías que la propiedad en el sentido de que pueden estar allí todo el tiempo que quieran y transmitirla a familiares de primer grado de cosanguinidad. Al mismo tiempo, ha servido para crear una gran cohesión entre las personas y hacer proyectos conjuntos en las viviendas.

.- ¿Qué ventajas tiene este modelo con respecto al alquiler y la compra de viviendas dominante en la actualidad?

Este modelo se basa en que la cooperativa es la propietaria del inmueble de forma colectiva y no se deshace en el tiempo. Los cooperativistas tienen el derecho de uso indefinido y transmitible. Estamos acostumbrados a que las cooperativas se deshacen una vez acaba la construcción, desaparecen, se hace una división horizontal y se hace una compra-venta. Nosotros proponemos un modelo de cooperativismo de construcción en el que la cooperativa se mantiene.

Este modelo tiene varias ventajas. Por un lado, la hipoteca es colectiva y, por otro lado, el hecho de que sea indefinida en el tiempo es mejor que el alquiler, donde el usuario está inseguro, y esta seguridad repercute en un mejor mantenimiento y en las mejoras del edificio. Además, desde el principio se pueden hacer servicios de mayor calidad y ahorrar energía porque el promotor y el gestor es la cooperativa. Con el incremento de los precios, que será mucho mayor en el futuro, esto tendrá más importancia. Aunque nos quejamos de que el gas y la electricidad son caros, todavía lo serán más.

.- ¿Qué dificultades ha encontrado para llevar a cabo este proyecto?

Se trata de un modelo virgen en España y ha habido dificultades jurídicas, porque había que introducir el modelo en normas y leyes autonómicas y estatales. Esto se ha conseguido en Cataluña y Andalucía. Otro problema es el cultural porque estamos arraigados a la propiedad, pero viendo la realidad económica actual la gente percibe que esta no es siempre la mejor opción y, por lo tanto, se está creando una masa crítica.

Por otro lado, hay una dificultad financiera porque este modelo no es un producto normalizado por nuestras entidades financieras, al contrario de lo que ocurre en otros países donde es normal, igual que antes no estaba normalizada la energía fotovoltaica y ahora sí lo es. Hay que hacer ver a la banca de que esta es una forma más que va a ser normal.

.- Está trabajando para que este modelo se contemple a nivel estatal, además de en Cataluña y Andalucía. ¿En qué punto se encuentran las conversaciones?

Actualmente se contempla que, con los nuevos planes futuros de vivienda, el modelo se considere igual que en Cataluña y se puedan recibir las ayudas de protección oficial como si fuera la promoción de un alquiler de viviendas de protección oficial

.- Ha mencionado la existencia de dificultades culturales, ¿cómo tiene que cambiar la cultura española para que su modelo tenga éxito?

La cultura está influida por factores externos, como la economía y, dentro de esta, la fiscalidad. Si bien, por ejemplo, en Barcelona el alquiler suponía un 34 por ciento en la década de los año 30, ahora no llega a un 10 por ciento. Este cambio cultural y práctico desde este punto de vista se debe a la política de beneficios, sobre todo, para la propiedad. La sociedad ha visto el modelo vigente como un bien de inversión en el que es fácil sacar rédito económico en poco tiempo. Estos factores llevan a la situación en la que estamos. Se está viendo que la propiedad no es la única manera de tener una vivienda, aunque evidentemente, es una manera muy válida, que da muchos beneficios y seguirá estando presente, pero esto va a ir cambiando.

.- ¿Cuáles son sus objetivos a medio-largo plazo?

Esperamos, con el apoyo de la Fundación Ashoka, poder hacer pruebas piloto en suelo público con las administraciones interesadas en este modelo. No hace falta tener el suelo en propiedad, un derecho de superficie sería suficiente y así el ayuntamiento mantendría su patrimonio de suelo. También queremos incidir en las normativas de las comunidades autónomas y estudiar la posibilidad de llevar a cabo promociones más grandes.