Instituciones Penitenciarias sostiene que "todo apunta" a que el supuesto violador de Gran Canaria se suicidó

Actualizado: viernes, 23 enero 2009 12:46

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior sostienen que "todo apunta" a que el supuesto violador en serie de Gran Canaria, Miguel Ángel M.R., se suicidó ayer en la cárcel de Salto del Negro en la capital de la isla. La administración descarta, "en principio", que falleciera "por una agresión de otros internos".

Así lo manifestaron a Europa Press fuentes de Instituciones Penitenciarias que explicaron que el fallecido, de 47 años de edad --acusado como supuesto violador del furgón blanco en Gran Canaria y que estaba imputado por 22 presuntos delitos-- bajó ayer sobre las doce del mediodía al patio "con tres internos que se fueron a duchar y él alegó que estaba resfriado para no ir a ducharse". "Se quedó solo y entonces fue cuando se debió de colgar en el baño", apuntaron.

Las mismas fuentes precisaron que el patio da acceso a los baños y a las duchas. A las 15.00 horas uno de los tres internos halló ahorcado a Miguel Ángel M.R. y se alertó al funcionario más cercano, al médico del centro, que comprobó que el reo no tenía signos vitales, y al Juzgado de Guardia, el de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, que dirige Juan Carlos Velasco, explicaron fuentes de Instituciones Penitenciarias y fuentes judiciales.

En cuanto a las críticas del abogado de Miguel Ángel M.R., Cristóbal Díaz, sobre que la prisión no tuviera "desde hace tiempo el protocolo contra suicidios activado", Instituciones Penitenciarias manifestó que "el protocolo de prevención de suicidios forma parte del expediente privativo del interno y nunca se da esa información por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)".

En todo caso, explicaron que cuando una persona entra en prisión se le hace una evaluación médica y si se estima conveniente se le incluye dentro de dicho protocolo.

"NO ESTABA AISLADO"

Además, Instituciones Penitenciarias dejó claro que Miguel Ángel M.R. "no estaba aislado del resto de presos, sino que tenía aplicado un artículo que contempla el reglamento que supone que tenía más controlados y limitados sus movimientos en prisión y el contacto con el resto de internos". "No estaba en aislamiento y por eso él bajaba con tres internos al patio y no bajaba con el resto de presos por los tipos de delitos por los que estaba acusado" y por la trascendencia social de los mismos, destacaron.

En este sentido, subrayaron que "es obligación de la Administración Penitenciaria hacer cumplir las penas y velar por la seguridad de los internos", algo que forma parte de sus funciones.