El gobierno catalán consolida la reinserción laboral como el "eje fundamental" de su política penitenciaria

Actualizado: martes, 11 noviembre 2008 18:29

Aprueba el proyecto de ley que permite también a ayuntamientos encargar trabajos al Centro de Iniciativas para la Reinserción

BARCELONA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El gobierno catalán aprobó hoy el proyecto de Ley de Regulación del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE), que pretende consolidar la reinserción laboral de todos aquellos presos en disposición de trabajar. Consolida así la reinserción laboral de presos, también de centros juveniles con edad legal para trabajar, como "eje fundamental" de su política penitenciaria, ante el aumento de demanda de empleo para presos.

En rueda de prensa tras reunirse el Consell Executiu, la consellera de Justicia, Montserrat Tura, explicó que con la ley de regulación del CIRE --que inicia así su trámite parlamentario-- se dan a este organismo finalidades también formativas. Eso, según Tura, permitirá que los presos reinseridos y con condena cumplida entren en el mundo laboral con más facilidades en el ámbito privado una vez superada la crisis.

Además, permitirá que los ayuntamientos, como la Generalitat, puedan encargar también trabajos al CIRE, que estará "obligado" a realizarlos. El año pasado, 4.191 presos recibieron formación ocupacional en 278 cursos, y la bolsa de trabajo del CIRE atendió a 3.319 personas, de las cuales 1.568 pudieron firmar un contrato. Supone un incremento del 84,25 por ciento respecto a 2006.

En la primera mitad de este año, 2.939 internos trabajaron en las cárceles catalanas. Entre los sectores más representativos que proporcionaron empleo estable a presos figura la electricidad, la confección de ropa hospitalaria para el Institut Català de la Salut y los hospitales que de él dependen, además de los trabajos en los propios centros penitenciarios, como cocina y lavandería. Los presos en régimen de semilibertad realizan también tareas de pintura, traslados de mobiliario y limpieza forestal, entre otras cosas.

Se trata, según Tura, de que trabajen todos los presos que puedan hacerlo por edad y estado de salud, de manera que su condena y privación de libertad "no sea un tiempo en vano, sino un tiempo de carácter productivo en aprendizaje y disciplina". Desde sus inicios, en 1989, el CIRE incrementó un 1.200 por cien su volumen económico.

Aunque la reducción de penas por trabajos realizados no lo contempla el Código Penal, Tura destacó que el preso que pueda y decida formarse y trabajar "habrá podido aprender un oficio y trabajar y recibir una pequeña retribución", elementos que facilitarán su reinserción sociolaboral una vez cumplida la condena.