IU pide a los partidos de Vic (Barcelona) que no caigan en un "electoralismo barato y a corto plazo"

Actualizado: jueves, 14 enero 2010 17:31

MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, reclamó hoy a los partidos políticos de Vic (Barcelona) que no caigan en un "electoralismo barato y a corto plazo" y no se dejen "influir ni arrastrarse" por ningún grupo "xenófobo y ultra". Por ello, reclamó a las direcciones nacionales de estas formaciones que manifiesten "de forma clara y sin rodeos ni medias palabras cuál es su postura en este asunto".

En rueda de prensa, Lara acusó al alcalde de municipio, Josep Maria Vila d'Abadal (CiU), de actuar "con una hipocresía política muy reprochable". "Trata de colar de rondón una manifiesta ilegalidad como es vetar el padrón a los inmigrantes que no estén regularizados alegando que con ello 'salva la ciudad' y asegurando que es una medida en estudio y que aún no está en vigor, cuando en la práctica ya se aplica a los residentes extranjeros que carecen de papeles en regla", denunció.

El máximo dirigente de IU emplazó al Ayuntamiento de Vic a "cumplir la legalidad vigente" y recordó que no se trata sólo de una cuestión de derechos humanos, sino que también lo establece una ley "ya de por sí con muchas limitaciones" como la Ley de Extranjería, "que nadie debe interpretar de manera aún más restrictiva".

En este sentido, advirtió de que quienes "se dejan presionar" por grupos xenófobos "evidencian bastantes carencias para ocupar un cargo público de responsabilidad", por lo que insistió en su llamamiento a las direcciones nacionales de los partidos para que actúen y no dejen un caso "de tanta importancia y trascendencia al libre albedrío de sus concejales".

Para Cayo Lara, situaciones como esta requieren "mucha pedagogía y mucha prudencia" para convencer a los ciudadanos de una localidad de que la responsabilidad de la crisis "no la tienen los inmigrantes". "La mejor forma de resolver estos brotes xenófobos es generar políticas concretas que creen empleo y garanticen una buena protección social, y no caer en el populismo ni en lo fácil que es atacar al más débil y recortar derechos establecidos", argumentó.

Según recordó, en épocas de "bonanza económica" llegaron a España más de tres millones de inmigrantes que "se utilizaban para justificar políticas de salarios bajos y como fuente de beneficios para muchos que se aprovecharon del 'boom' del ladrillo", por lo que exigió que ahora no haya "hipócritas que corten por lo sano y hagan pagar a los inmigrantes unos males que no han generado".