Los traductores Miguel Sáenz y Antonio Pau, candidatos al sillón "b" de la RAE

Pleno de la RAE en el Oratorio de San Felipe Neri
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 8 noviembre 2012 22:36

CÁDIZ, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los traductores Miguel Sáenz y Antonio Pau son los candidatos al sillón "b" de la Real Academia Española (RAE), vacante tras el fallecimiento de Eliseo Álvarez-Arenas, según ha anunciado esta tarde el secretario de esta institución, Darío Villanueva, durante la sesión especial celebrada en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz en homenaje a la Constitución de 1812.

Miguel Sáenz es Premio Nacional de Traducción, y Antonio Pau Pedrón, Premio de Ensayo y Humanidades Ortega y Gasset. La candidatura de Miguel Sáenz ha sido avalada por los académicos Luis Goytisolo, Pedro Álvarez de Miranda y Margarita Salas. Por su parte, la de Antonio Pau estuvo apoyada por Luis María Ansóxn, Antonio Fernández Alba y Salvador Gutiérrez.

Tras la proclamación de las candidaturas, el próximo 15 de noviembre se llevará a cabo el elogio de los candidatos y el día 22 de este mes se celebrarán las votaciones.

El pleno de la RAE, presidido por su director, José Manuel Blecua, se ha desarrollado según el protocolo habitual de las sesiones académicas de los jueves por la tarde. Al tratarse de una reunión especial, seguida por 250 invitados, el director ha pronunciado un discurso institucional al comienzo del pleno.

HOMENAJE A LOS DOCEAÑISTAS Y A LA PEPA

Para rendir homenaje a los doceañistas y a la Constitución de 1812, la RAE ha prolongando su sesión para dar paso a cuatro discursos relacionados con la Academia y la Constitución de Cádiz: 'Las palabras de las Cortes', por Pedro Álvarez de Miranda; 'La Constitución de Cádiz', por Carmen Iglesias; 'Académicos en Cádiz', por José María Merino; y 'El Cádiz de la Pepa', por Arturo Pérez-Reverte.

Así, Álvarez de Miranda ha centrado su discurso en la "guerra de ideas" y la "guerra de palabras" de la España de hace dos siglos, donde aparecían "neologismos llamados a tener larga vida en el léxico político". De todos ellas, fija su atención en las palabras "bienestar" y "felicidad", consagradas como conceptos políticos en el artículo 13 de la Constitución de 1812: "El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos".

De la bibliografía "casi infinita" que existe de la Constitución de 1812, Carmen Iglesias se ha fijado en la surgida desde los años ochenta y ha reflexionado sobre cuatro definiciones que unen Cádiz con varios apartados: "Cádiz, cuna de nuestro constitucionalismo"; "Cádiz, partera de la nación española"; "Cádiz, puerta de América" y "Cádiz, ciudad de la utopía".

Por su parte, José María Merino ha recordado a los seis diputados de las Cortes de Cádiz que eran miembros de la RAE o que lo fueron con posterioridad, descubriendo al público asistente algunas pinceladas sobre Antonio Porcel Ruiz Fernández Ballesteros, Joaquín Lorenzo Villanueva, José de Vargas Ponce, Diego Clemencín y Viñas, de Francisco de Paula Martínez de la Rosa y Juan Nicasio Gallego.

Ha sido Pérez-Reverte --de quien, según el director de la RAE, partió la idea de celebrar esta sesión extraordinaria-- el encargado de pronunciar el último discurso, que ha tocado cómo España "se convirtió en un calvario para el ejército más poderoso del mundo" y Cádiz se erigió como "un barco de piedra y murallas anclado en el mar. Inexpugnable. Refugio de patriotas, puerta abierta con América, protegida por la escuadra de los aliados británicos, una burguesía comerciante con dinero y cultura, magníficos artilleros e ingenieros, buenos mandos militares y un pueblo dispuesto a defender lo suyo".

Además, fue allí donde "se echaban las bases políticas del futuro", con hombres "lúcidos, cultos e inteligentes" que alumbraron la Constitución, que tuvo el "problema" de ser "demasiado revolucionaria" para ese momento histórico. Así, cuando regresó el rey Fernando VII, "volvió la reacción. La oscuridad". y muchos de los que trabajaron en la Constitución acabaron en el exilio o encarcelados.

Reflexiona Pérez-Reverte que "al derrotar a los franceses, España se echó otra vez la losa negra encima" y, paradójicamente, "nuestra guerra de la Independencia frustró la modernidad". Por ello, considera que "Cádiz, con la Constitución que alumbró hace 200 años, fue una gran victoria, pero también una gran derrota". No obstante, entiende que es de justicia rendir homenaje a "aquellos españoles sabios, justos y lúcidos" que "se esforzaron, en tiempos heroicos y difíciles, por abrir de par en par las puertas al futuro".

LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

Fundada en 1713 y ubicada desde 1894 en la sede de la calle Felipe IV de Madrid, la RAE cuenta en la actualidad con cuarenta y seis plazas de miembros de número, que ocupan sillas designadas (en mayúsculas y en minúsculas) con parte de las letras del alfabeto español.

Los académicos son elegidos, en votación secreta y por mayoría de votos, por los propios componentes de la institución, previa propuesta de candidaturas por parte de un grupo de tres de ellos. Las normas electorales están recogidas en los Estatutos de la RAE y en el Reglamento que regula el funcionamiento interno de la corporación, aprobado en el pleno del 24 de febrero de 1994.

Los académicos se reúnen en sesión plenaria, presidida por el director, todos los jueves del año, salvo en los períodos de vacaciones. Desde su creación y hasta la fecha, la RAE ha tenido veintinueve directores. El primero, de 1713 a 1725, fue Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena. El actual, José Manuel Blecua, fue elegido el 16 de diciembre de 2010.