El acusado de matar de tres disparos a su hermano lo niega y dice que "nunca" ha tenido un arma

Actualizado: lunes, 8 diciembre 2014 5:47

SEVILLA, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

Francisco G.C., para quien la Fiscalía de Sevilla solicita 22 años de cárcel por matar de tres disparos a su hermano el 16 junio de 2013 en una nave de la agrupación agrícola ganadera 'La Jarilla' de La Rinconada, ha asegurado este martes que "no mató" a la víctima y que "nunca" ha tenido un arma" porque es un tema que "no le ha interesado", añadiendo que "los únicos tiros que ha pegado fue en 1985 en la mili".

Durante su declaración en el juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, el acusado, que se encuentra en prisión por estos hechos, ha puesto de manifiesto a preguntas de la fiscal que "nunca se le ha ocurrido ni ha pensado" en acabar con la vida de su hermano, al que ha asegurado que "quería" aunque la relación entre ambos fuera "fría".

El acusado, que ha precisado que la relación con su hermano "no era cordial" y que la última vez que lo vio fue entre los meses de febrero y marzo de 2013, meses antes de que ocurriera el crimen, ha indicado que su hermano era una persona "normal, honrada y querida por su familia" y ha asegurado que no conocía a ninguna persona que deseara la muerte de la víctima.

No obstante, Francisco ha relatado que el fallecido "tenía muchas deudas" y "se había acostumbrado a dar largas con los pagos", algo que el acusado no compartía, punto en el que ha precisado que, de hecho, su hermano le debía 30.000 euros, lo que le llevó "en varias ocasiones" a instarle a "ajustar cuentas".

Hay que recordar que la Fiscalía sostiene que el acusado mató a su hermano tras mantener "fuertes rencillas y casi nulas relaciones desde hacía años, a raíz de graves problemas de índole económica", pero el acusado ha insistido en que no lo mató, aunque sí ha reconocido que su hermano le debía dinero y que él se lo reclamó en varias ocasiones.

NIEGA QUE TUVIERA LICENCIA DE ARMAS

Asimismo, y durante su declaración, el imputado ha añadido que el fallecido también le debía 25.000 euros a su madre, quien de hecho le llegó a pedir el dinero "para que me diera a mí la mitad" y así poder solventar los problemas económicos que tenía.

De igual modo, ha asegurado que no tiene licencia de armas y que "nunca" ha tenido arma alguna "ni le ha interesado" tenerla, todo ello frente a lo mantenido por la fiscal, que considera que el acusado poseía una pistola detonadora transformada para disparar munición careciendo de las oportunas licencias y permisos de armas reglamentarios, con la cual efectuó tres disparos sobre la víctima hasta acabar con su vida.

Centrándose en sus problemas económicos, el acusado ha relatado que llegó a alquilarle por cinco años una finca al aristócrata y empresario Jaime Meglarejo, quien el Jueves Santo de 2012 recibió un tiro en la sien por parte de un desconocido cuando estaba parado en un semáforo en el barrio de Los Remedios de la capital hispalense, dándose la circunstancia de que el arma empleada en este intento de homicidio es la misma que la usada en el asesinato.

Según ha dicho, el empresario "me usurpó la finca y no me dejó recoger el algodón, y yo en vez de buscar una escopeta, me dirigí a los juzgados", punto en el que ha señalado que, finalmente y para abonar la cantidad que adeudaba al empresario por el alquiler de la finca, tuvo que entregar su vivienda como "dación en pago".

LOS HECHOS

Preguntado por lo que hizo durante toda la mañana del día 16 de julio de 2013, cuando ocurrió el crimen, el acusado ha relatado que se levantó y se dirigió a la nave de 'La Jarilla' para cambiar el coche en el que iba por otro allí aparcado, tras lo que le echó gasolina y se dirigió al polígono 'La Isla', donde había quedado con una mujer a la que había conocido dos días antes en Plasencia y que finalmente no se presentó a la cita.

Seguidamente, se dirigió a una finca propiedad de sus suegros, lugar en el que no había nadie, y finalmente llegó a su casa, donde recibió una llamada en la que le avisaban de que "a mi hermano le habían pegado una paliza y lo habían matado", por lo que se dirigió a la nave y un guardia civil le dijo que "había sido algo muy violento".

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, la Fiscalía pide para el acusado 20 años de prisión por un delito de asesinato y dos años de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas, así como el pago de una indemnización de 150.000 euros a la esposa de la víctima, de 25.000 euros al hijo mayor del fallecido y de 53.000 euros a cada uno de sus dos hijos menores.

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