La Comisión de Patrimonio aprueba incluir la colección de la duquesa de Alba en el Inventario Español

Actualizado: miércoles, 11 noviembre 2009 19:06

Las obras, conservadas en el palacio de Dueñas de Sevilla, abarcan la mayoría de los movimientos artísticos desde el siglo XVI hasta el XX

SEVILLA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla ha informado hoy favorablemente, como órgano consultivo, sobre la propuesta de inclusión en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español de determinados bienes pertenecientes a la colección artística propiedad de la Duquesa de Alba, sitos en el palacio de las dueñas de Sevilla.

La Consejería de Cultura inició el pasado mes de agosto el procedimiento para la inclusión de manera colectiva en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA), como parte del Inventario de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español, de más de 700 bienes pertenecientes a la colección artística que la duquesa de Alba, María del Rosario Cayetana Fitz James Stuart y Silva, conserva en el Palacio de Dueñas de Sevilla.

Como consecuencia de un prolongado proceso de formación, la colección de bienes muebles conservada en el Palacio de las Dueñas de Sevilla atesora un conjunto de obras pertenecientes a la mayoría de los movimientos artísticos sucedidos en España desde el siglo XVI, así como otras piezas llegadas de diferentes lugares de Europa relacionas con la historia familiar y pública que completan su dilatada trayectoria histórica, abarcando desde la época clásica hasta culminar con determinados ejemplos de las corrientes artísticas de la segunda mitad del siglo XX.

El conjunto de los bienes identificados conforman una colección en la que destaca el fondo de carácter arqueológico, compuesto por piezas romanas, algunas muestras medievales hispánicas y otras esculturas de diversa procedencia cuya cronología se inicia en el siglo XVI culminándose en el XIX. Otro de los grupos de obras que cuenta con un destacado interés artístico e histórico es el que componen los tapices tejidos en Flandes durante los siglos XVI y XVII, en los que se representan escenas mitológicas, como la serie que narra pasajes de la vida de Faetón realizada en los talleres de La Fama, temas religiosos, heráldica o motivos meramente decorativos.

VALIOSOS LIENZOS

Junto a estos bienes, otro de los conjuntos de piezas más relevantes es el fondo pictórico, en el que un elevado número de obras de muy variada temática se muestran como ejemplos de la pintura renacentista y de los siglos XVII y XVIII entre las que abundan principalmente las pertenecientes a las escuelas española e italiana representadas en autores como Los Bassano, José de Ribera, Lucas Jordán, Anibal Carracci, Sofonisba Anguisola, Juan de Villoldo, Francisco Antolinez, Joaquín Inza, Juan de Llanos Valdés, Giovanni Paolo Pannini o Francesco Furini, entre otros.

Del siglo XIX existe un extenso grupo de pinturas costumbristas, así como otras en las que se inicia una secuencia de retratos familiares que se prolonga hasta los primeros años del siglo XX, conectando con la pintura modernista y prolongándose hasta las corrientes artísticas de la segunda mitad del siglo.

En este periodo, destacan autores como Federico de Madrazo, Odier de París, F.J. Winterhalter, Genaro Pérez Villamil, Manuel Barrón, Antonio María Esquivel, Ignacio Zuloaga, Fernando Alvarez de Sotomayor, Joaquín Sorolla, Cabral Bejarano, Valeriano Bécquer, Ricardo Villegas, Gonzalo Bilbao, Julio Romero de Torres, Anglada Camarasa, García Rodríguez, García Ramos, Ramón Casas, Joaquín Mir, Mariano Bertuchi, Gustavo Bacarisas, Villegas Cordero, Hohenleiter, etc. o, siendo algunos de los más representativos entre los últimos creadores de la escuela andaluza, Joaquín Sáenz, Alfonso Grosso, Carmen Laffón o Santiago del Campo. Relacionadas con algunas de estas obras, se han contemplado algunas litografías realizadas sobre pinturas conservadas en la colección de la Casa de Alba o de personajes relacionados a ella que completan la galería de retratos o ayudan a comprender la difusión de estas obras.

Asimismo, forman parte de esta colección algunos ejemplos del mobiliario conservado en el palacio, entre los que destacan papeleras renacentistas decorados con esmeradas taraceas, muebles españoles de los siglos XVII y XVIII, un mayor número de otros procedentes de Europa de diferentes estilos barrocos, mayoritariamente de los talleres franceses, ejemplos de mobiliario historicista o modernista, relojes de los siglos XVIII al XX y algunas muestras de las artes decorativas que resultan de destacado interés por la calidad de su ejecución, su singularidad o la información que soportan las piezas blasonadas o decoradas con escenas, entre las que destacan algunas porcelanas, obras de orfebrería, cortinajes y alfombras o un conjunto de abanicos del siglo XIX.

ARTE DOMÉSTICO Y ETNOGRÁFICO

Igualmente, forman parte de esta colección determinadas muestras de las artesanías de talleres andaluces del siglo XIX. En este grupo son de destacar los barros malagueños o granadinos que representan a serranos o personajes ataviados a la usanza de la época de un alto interés artístico dada la calidad de su ejecución, así como elementos relacionados con la guarnicionería, destacando un aparejo de montar granadino, conservado íntegramente, que fuera propiedad de la emperatriz Eugenia de Montijo.

Relacionado con este valor etnográfico, se conservan otras pinturas que recrean tipos populares del siglo XX, obras originales creadas para ser reproducidas en la cartelería publicitaria o ejemplos de carteles anunciadores de festejos taurinos estampados sobre seda.

De carácter más popular, figura un extenso número de piezas de alfarería mayoritariamente procedentes de los talleres de Triana, así como otras de Talavera, Manises o la Cartuja de Sevilla pertenecientes a los siglos XIX y XX, que conforman un muestrario de formas y repertorios decorativos de gran interés para el estudio de la evolución de los estilos y las técnicas de esta actividad popular dedicada a la producción de macetas, maceteros, copas de jardín, tinajas, ánforas o piezas de ajuar.

Este grupo de piezas se ve aumentado por la existencia de un no menos numeroso conjunto de figuras realizadas en barro modelado, pintado o vidriado, fabricadas en los talleres de Málaga, Granada o Triana, que dejan de manifiesto la proliferación de la representación de estos tipos populares durante los siglos mencionados y que, en razón del escaso aprecio en otras épocas y su fragilidad para la conservación, es excepcional la localización de un conjunto tan significativo.

Participan igualmente del interés etnográfico de este fondo las panderetas decoradas con pinturas y madroñeras, castañuelas en las que se han realizados miniaturas, un considerable número de carteles taurinos y de celebración de festejos de Sevilla, El Puerto de Santa María, Madrid u otros puntos de España y América, algunos ejemplos de mobiliario popular realizados en enea y madera pintada y decorada con escenas o personajes típicos, etc.