José Antonio Ramírez busca "el goce de la palabra" en su libro 'Las manzanas de Erasmo', evitando "saquear la Historia"

Actualizado: jueves, 11 febrero 2010 16:18

SEVILLA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

El escritor José Antonio Ramírez busca "el disfrute de la realidad a través de la palabra, pues el paraíso, la armonía del universo y el goce no se han perdido y están en la palabra" en su nueva novela histórica 'Las manzanas de Erasmo' (Algaida), donde ha intentado ofrecer el espíritu y ambiente de la historia, "no un saqueo de ésta como hacen algunas obras que sólo ofrecen datos".

En declaraciones a los medios, el extremeño, afincando en Sevilla, indicó que con esta obra ha pretendido que "además de los aspectos históricos, existan recursos, ingredientes y nivel literario, realizando una novela literaria paralela a la realidad histórica", pues para reproducir la realidad está la historia.

'Las manzanas de Erasmo' recoge las vivencias de Valerio Sandoval, discípulo de Fray Luis de León, amante de la botánica y prefecto de liturgia de la catedral de Sevilla, quien compra un relicario de plata con una semilla y con una inscripción en el pie, 'semen mali', es decir, "la semilla del mal". El prefecto decide plantar la semilla esperando que arraigue.

Por otro lado, apuntó que en la ciudad se dan unas circunstancias y acontecimientos religiosos que le hace ser un escenario "atractivo". Así, señaló que en Sevilla, en el Monasterio de San Isidoro del Campo, se dieron citas personajes importantes como Arias Montano, Cipriano Valera o Casiodoro de Reina, quienes fueron conocidos en Europa, pero silenciados por la Inquisición por su afán por querer traducir la Biblia.

"FRAY LUIS DE LEÓN Y JUAN RAMÓN JIMÉNEZ"

En este sentido, indicó que Fray Luis de León se atrevió a traducir el 'Cantar de los Cantares' y estuvo preso durante cinco años. Al hilo de esto, confesó que el personaje del religioso es el que le interesaba, pero "su pereza para investigar hizo que se decantara por crear un personaje con su espíritu y así obtener el mismo efecto, pero sin tener problemas con la historia ni con los eruditos".

Por otro lado, añadió que además del espíritu de Fray Luis de León recoge "el disfrute de la realidad a través de la palabra, es decir, el paraíso, la armonía del universo y el goce no se han perdido y están en la palabra". Esta idea, según explicó, está enlazada con el pensamiento de lo absoluto de la poesía de Juan Ramón Jiménez, quien será el protagonista de la futura novela de Ramírez, según adelantó.

Comentó que 'Las manzanas de Erasmo', ganadora del XXVIII Premio de Novela Felipe Trigo, se escribió en un mes en la playa, contrastando sus dudas históricas con llamadas a amigos suyos y "mucho 'Google'".

Con respecto al 'boom' por la novela histórica, manifestó que "la sociedad está preocupada por el tema histórico y está mirando hacia atrás en el tiempo, un hecho peligroso, sólo hay que ver al Gobierno de la país". En este sentido, añadió que "la sociedad tiene que defender la imaginación y no sólo en el ámbito literario, ya que se necesitan políticos y empresarios imaginativos, pues ésta es una crisis de imaginación".

"INFECTADA DE MORALIDADES Y CATECISMOS"

Por otro lado, señaló que cuando se plantea escribir un libro "no intenta ofrecer valores, pues salen solos". Asimismo, dijo que "las palabras están llenas de su autor, de matices, interpretaciones y posibilidades sociales". Además, aseguró que "no le interesa la ética y la moral, pues la sociedad está infectada de moralidades y catecismo transversales, sino que le interesa disfrutar de las palabras como paraíso, disfrute y espacio de libertad".

El profesor y licenciado en Filología afirmó que la Iglesia que se refleja en su novela es "la castigadora y la rebelde", ya que, según precisó, en Sevilla está "la más aventajada, pues los canónigos de la Catedral hispalense fue cuna de los rebeldes, y éstos salen del ámbito de la cultura".

De igual modo, declaró que Sevilla se ve representada en las tertulias literarias de Juan de Arguijo con la presencia de Fernando de Herrera y con la intervención del médico botánico Nicolás Monardes.

Ramírez se consideró que "escritor gozoso, que escribe por la diversión y porque le gusta, no para expresar los problemas como Cernuda", dijo. Asimismo, comentó que "la poesía es tan generosa que nadie puede ponerle puertas, igual que a la idea de Dios". En este sentido, añadió que "se siente atraído por la palabra y la literatura, de ahí que sus trabajos apunten a lo metaliterario".