PARÍS 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El francés Jean Todt sustituirá al británico Max Mosley como presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) al imponerse en las elecciones celebradas hoy en París con autoridad al otro candidato, el finlandés Ari Vatanen.
El ex director deportivo de Ferrari arrasó en las votaciones a Vatanen, ex piloto de rallys y diputado europeo, por 135 votos a 49 para tomar el relevo de un Mosley que ha dirigido el motor mundial durante 16 años. Además, hubo doce abstenciones en estos comicios controlados por un ujier de Justicia. Por otra parte, el español Carlos Gracia seguirá como vicepresidente deportivo.
Todt, nacido el 25 de febrero de 1946 en Pierrefort (Cantal), era el candidato de la continuidad y contó con el apoyo de Mosley durante toda la campaña, que ha estado marcada por varias polémicas e incluso una denuncia de Vatanen a la FIA al no estar de acuerdo con la transparencia del procedimiento que se iba a emplear para la elección.
El galo comenzó su carrera en los rallys, disciplina en la que se convirtió en campeón del mundo en 1981 como copiloto de su compatriota Guy Fréquelin. Tras su retirada, dirigió el equipo Peugeot a la conquista de cuatro mundiales de Rallys --dos de pilotos y dos de constructores-- y cuatro triunfos en el Dakar.
Posteriormente, fichó por Ferrari en 1993 y llevó al 'Cavallino Rampante' a la mejor época de su historia con los cinco títulos consecutivos del alemán Michael Schumacher. Durante su gestión, Ferrari ganó 98 grandes premios y un total de 13 títulos --seis de pilotos y 7 de constructores--.
A partir de ahora, Todt ejercerá la función de presidente los próximos cuatro años tomando el relevo de un Mosley que ha estado cuatro legislaturas al frente de la FIA. Aunque el pasado año se convirtió en el centro de todas las críticas después de que un periódico inglés publicara fotos suyas en una orgía de estética nazi.
Este año se vio obligado a renunciar a la elección tras el boicot de la FOTA (Asociación de Equipos de Fórmula 1) que llegó a amenazar con la creación de un Mundial paralelo.