MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, afirmó hoy que la reforma fiscal del Gobierno costará en los dos primeros años desde su entrada en vigor en 2007 un total de 9.250 millones de euros, tras haber adelantado a dos años la rebaja del tipo general del Impuesto sobre Sociedades prevista inicialmente para cinco ejercicios.
Tras la presentación de unas jornadas sobre la implicación de la reforma fiscal en la gestión de patrimonios organizada por Analistas Financieros Internacionales, Ocaña explicó que la reforma fiscal costará en 2007 unos 4.000 millones de euros (2.000 millones por la rebaja del IRPF y otros 2.000 millones por Sociedades), incluido el recorte al 32,5% del tipo general de Sociedades.
Este coste se elevará en 2008 a 5.250 millones de euros, ya que en este caso, a los 4.000 millones habrá que sumarle otros 1.250 millones por la rebaja hasta el 30% del tipo general del Impuesto sobre Sociedades.
Ocaña destacó, no obstante, que el coste desde el punto de vista de Hacienda significa un "beneficio" para el contribuyente, por lo que valoró el dato como "una reducción importantísima, de la que efectivamente los contribuyentes se beneficiarían".
Por otro lado, y respecto a las deducciones por alquileres en el IRPF, recalcó que "no ha habido cambios" en este sentido, excepto la enmienda anunciada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la exención de las rentas provenientes de alquileres a menores de 35 años. "Esperamos que esto aumente el 'stock' de viviendas en alquiler y beneficie a los jóvenes en precio y cantidad", subrayó.
PRINCIPALES CAMBIOS
Durante su intervención, Ocaña repasó los principales cambios introducidos en ambos impuestos, y destacó, en el caso del IRPF, la reducción a cuatro del número de tramos y la rebaja al 43% del tipo marginal máximo del impuesto.
Sobre la reforma del Impuesto de Sociedades, mencionó la reducción hasta el 25% del tipo de gravamen de las pymes y resaltó que el tipo general, situado en el 35%, se rebajará al 30% en dos años, frente a la idea inicial de hacerlo en un plazo de cinco años. Junto a ello, se eliminarán la mayor parte de las deducciones y se modificará la deducción por reinversión de beneficios extraordinarios.
