MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Ecuador trabaja estos días para contener un nuevo vertido de crudo --según los primeros datos de no mucha embergadura-- cercano al Parque Nacional de Yasuni, un espacio protegido del país que comprende importantes cuencas de los ríos Napo, Yasuní, Tiputini, Nashiño y Cononaco.
"La Reserva de Yasuni no ha sido afectada por el momento, pero estamos preocupados porque el vertido tuvo lugar sólo a dos horas de distancia del Parque", afirmó a la prensa el director del Parque, Alonso Jaramillo al conocer la noticia.
En un principio, parece ser que el responsable ha sido Petroecuador, quien ya antes había sido acusado repetidamente de vertir petróleo a consecuencia de la antigüedad de sus oleodúctos. El pasado mes de agosto, un vertido de Petroecuador ya contaminó parte del Parque Nacional de Cuyabeno en la Amazona.
En aquella ocasión, la ONG 'Acción Ecológica' ya denunció que la negligencia de la Petrolera Estatal Ecuatoriana (Petroecuador) en el control de sus oleoductos, era "del todo injustificable en un área tan frágil como la Amazonía", y un verdadero "atentado" en contra del país, sus recursos naturales y por ende, de sus habitantes.
Según sus datos, la petrolera "no cuenta con un plan de contingencia que le permita responder adecuadamente ante circunstancias como la ocurrida en el Cuyabeno", pues las primeras tareas de control y remediación aplicadas por la empresa en esa ocasión "fueron ineficientes, hasta tal punto que el hecho se ocultó durante cuatro días".
"Es hora que estos acontecimientos tengan la suficiente cobertura por parte de la prensa y el seguimiento constante de las organizaciones ecologistas y de la sociedad", agregó en aquel momento la ONG. "Se deben emprender investigaciones serias, si es necesario con ayuda internacional para dar con los culpables y sus verdaderos intereses", destacaban.
A su juicio, la explotación petrolera "es totalmente incompatible con la conservación" y es importante que la opinión pública y los ciudanos ecuatorianos "nos mantengamos vigilantes ante todas las negociaciones petroleras que se hagan alrededor de los Parques de Cuyabeno y Yasuni y al proceso de recuperación ambiental que se emprenda en las zonas afectadas por los derrames".
Por su parte, la profesora de la Universidad Católica de Quito, Laura Arcos, afirmó a la prensa local, tras este último derrame en Yasuni, que "el ecosistema del Parque es muy delicado y es muy preocupante cuando se producen vertidos en áreas protegidas".
El Parque, declarado como Espacio Protegido por las Naciones Unidas, es el hogar de especies carnívoras de pirañas y hormigas rojas gigantes, entre otras casi más de 500 especies de aves, algunas incluso, en peligro de extición.
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