Actualizado 18/04/2006 20:04

RSC.- Las empresas de la UE que no se suban al 'carro' de la RSC "no sobrevivirán en el Siglo XXI", según PwC

MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

La disminución de los recursos y el deterioro del Medio Ambiente, sumado al aumento de la población, especialmente en los países en desarrollo, y el impacto de enfermedades como la malaria, el sida o la tuberculosis situará a las empresas de la UE en una 'encrucijada' en la próxima década. Las que no tomen medidas para mitigar las consecuencias de este cúmulo de factores "estarán abocadas al fracaso".

Ésta es una de las conclusiones de un nuevo informe de la consultora de PriceWaterhouseCoopers (PwC), realizado tras el lanzamiento por parte de la Comisión Europea de la 'Alianza Europea para la Responsabilidad Social de las Empresas' y que bajo el título 'Responsabilidad empresarial: estrategia, gestión y valor', propone que la visión central para la empresa en los próximos diez años sea precisamente este tipo de responsabilidad.

El trabajo de PwC concluye así que "hace veinte años, las cuestiones sociales y medioambientales eran competencia exclusiva de los activistas". Dentro de diez años, "formarán parte posiblemente de los aspectos más críticos que perfilarán la política de los gobiernos y la estrategia de las empresas". "Hace veinte años, nuestro índice de crecimiento parecía infinito". "Dentro de diez años, dependerá de factores medioambientales que escapan a nuestro control", asegura el documento.

El informe analiza la influencia que en conjunto suponen la disminución de los recursos, el aumento de la población, especialmente en los países en desarrollo, la ampliación de la división entre ricos y pobres, el devastador impacto de enfermedades como la malaria, el VIH/sida y la tuberculosis, así como la incidencia creciente que tendrá sobre el Medio Ambiente el recrudecimiento de estos problemas en los próximos años.

El informe reconoce que "estos temas tendrán incluso una mayor visibilidad" y las empresas que no emprendan acciones para mitigar estos factores "no podrán sobrevivir".

En este sentido, propone seis tendencias globales que forzarán eficazmente a las empresas a mantener una conciencia social: "las fuerzas del mercado influirán en la política gubernamental. Los gobiernos reaccionarán conforme disminuyan los recursos y aumenten los precios y los actuales modelos financieros se quedarán obsoletos, ya que entrarán en juego nuevos riesgos y cuestiones no financieras".

Asimismo, señala que "la innovación aumentará exponencialmente en cada aspecto de la vida moderna, influyendo en la vida diaria de las personas, la globalización disminuirá el papel del Estado, el desarrollo sostenible será un objetivo cada vez más importante, aunque los pasos para alcanzarlo serán pequeños en vez de grandes y los medios de comunicación globales acelerarán el tiempo de reacción de Gobiernos y empresas ante cuestiones específicas".

Los autores del informe señalan también que estos cambios "no se producirán de forma aislada, sino que estarán relacionados entre ellos que una responsabilidad social adecuada permitirá a las empresas funcionar sin problemas".

PAPEL 'CLAVE' DE LA UE

PwC reconoce que la UE "desempeña un papel clave en la definición de la futura economía europea, y que es impulsora de avances específicos en áreas como el impacto medioambiental". Sin embargo, el informe prevé que, en el futuro, "las organizaciones de la UE tendrán que adaptar sus planes vigentes para que abarquen un espectro más amplio de riesgos, se adecuen de forma rentable a los cambios, anticipen las modificaciones en materia reglamentaria e impulsen la innovación para abordar los cambios sociales y medioambientales".

El lanzamiento de la Alianza Europea para la Responsabilidad Social de las Empresas en marzo ha hecho que este tipo de acciones y el desarrollo sostenible fueran incluidos en la agenda europea.

La idea ahora es aumentar la asimilación de la responsabilidad social por parte de las empresas de la UE, que se llevará a cabo convirtiendo a las empresas "en los principales agentes de responsabilidad social y garantizando la participación de interlocutores de fuera de este ámbito", concluye el documento.