MADRID 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
En las empresas españolas no hay aún "un convencimiento real" sobre la responsabilidad social corporativa, situación que desemboca en un "desarrollo incompleto" de la misma. Ésta es una de las 'debilidades' de la RSC en nuestro país, recogidas por el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa (OBRSC) en su primera Memoria, que fue presentada ayer tarde en forma de Anuario en la sede de la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE) por su presidenta, Cecilia Carballo.
"Con alguna excepción", añade, "la RSC no forma parte integrada de la estrategia de la empresa española", asegura el documento. Asimismo, destaca los 'desencuentros' entre ONG y empresas, "al entender unos que se está desvirtualizando el concepto y los otros que se habla desde una posición de desconocimiento y alejada de las dinámicas internas de las empresas".
En este mismo contexto, destaca el "desconocimiento y confusión" en las pymes, las acciones descoordinadas por parte de diversas Administraciones autonómicas y locales, así como la ausencia de mecanismos de certificación, prescriptores y organizaciones de referencia independientes que guíen sus actuaciones con rigor bajo un modelo reglado y formado de RSC.
También subraya la existencia de "fuertes presiones" en contra de cualquier "atisbo que simbolice normalización, estandarización, verificación o simples políticas públicas de incentivos", la falta de asimilación del concepto por parte de la sociedad española y la falta de incentivos en los mercados españoles. Además, hace mención al "escaso apoyo" de los medios de comunicación al fomento de la RSC.
Ante esta situación, el Observatorio establece cuatro grandes objetivos para este año 2006 cuya finalidad recae en "encontrar elementos correctores" para tales carencias detectadas en el actual panorama de la RSE en España, sin descuidar las líneas estratégicas definidas para el periodo 2005-2010.
La primera de estas líneas es invertir en formación y sensibilización de las pymes, los ciudadanos en general, con acuerdos con Universidades, grandes empresas así como en los medios de comunicación.
La segunda guarda relación con la evaluación y el seguimiento de la RSE y la tercera, con su actividad de desarrollar la acción conjunta y coordinada de las organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional e internacional a través de su participación activa en redes sociales.
Por último, continuará este año desarrollando las actividades emprendidas en 2005 y que están relacionadas con los poderes públicos y la participación activa en los diferentes espacios de discusión habilitados.
El objetivo principal no es otro que hacer a las empresas "conscientes de crear una nueva forma de gobierno en las compañías", que las haga "más respetuosas con el Medio Ambiente y con las comunidades donde actúan para conseguir un mundo mejor".