MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director de Medio Ambiente de la patronal española del cemento, OFICEMEN, Pedro Mora, destacó hoy que el sector es actualmente "líder en inversiones medioambientales de toda la gran industria", recordando que entre 2002 y 2004 invirtió un total de 250 millones de euros en este aspecto, lo que supone un tercio de las inversiones totales del sector en esos años. Sólo en 2004 esa inversión fue de 96 millones, "muy similar" a la de 2005, aunque esta cifra aún no se han dado a conocer.
Durante el desarrollo esta mañana en Madrid de la I Jornada Medioambiental del Sector Cementero organizada por la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, Mora recordó que existen actualmente en nuestro territorio 36 fábricas y 11 grupos empresariales, que elaboraron en 2005 un total de 49,5 millones de toneladas de producto. Todas ellas cuentan con un Plan de Restauración previo y unos avales que garantizan la recuperación del terreno tras su vida útil.
Así, y pese a reconocer los impacto ambientales que las plantas del sector provocan,--en su mayoría de tipo visual, o de generación de polvo y ruido--, todas ellas utilizan sistemas de filtración en sus chimeneas y practican la revalorización de residuos procedentes de otras actividades industriales (silicio, arenas de fundición, escoria blanca, etc). Se trata, según Mora, de "una clara apuesta por el desarrollo sostenible de un sector que lucha contra la idea de industria contaminante que siempre ha llevado asociada".
De esta forma, el sector, explicó, destina grandes inversiones en instalaciones más modernas y eficientes, "para producir más, consumiendo menos y contaminando lo mínimo". La 'clave' para ello es "ir más allá de la propia legislación", para lo que 2001 se firmó un acuerdo voluntario con el Ministerio de Medio Ambiente "para prevenir, reducir y controlar la contaminación de las fábricas, adelantándose más de seis años a la legislación obligatoria en este sentido".
El mayor impacto que se esfuerza en reducir el sector, destacó Mora, son la emisión de partículas a la atmósfera producidas por la producción, carga, transporte y almacenamiento de los materiales con los que se realiza el cemento (como el clínker, un material intermedio en la fabricación de cemento obtenido con caliza, arcilla y óxido de hierro en un horno a 1.500 grados) y del hormigón, (formado por cemento, agua, áridos y aditivos).
REVALORIZAR PARA RECICLAR
Mora señaló que el sector "es consciente de que mueve anualmente más de cien millones de toneladas al año de materiales polvurulentos y su impacto visual es elevado". "Las fábricas son grandes 'monstruos' muy difíciles de esconder, pero trabajamos para que sean lo menos impactantes posible, incluso con la utilización de barreras vegetales o verdes que lo minimicen", señaló.
A su juicio, "sólo a partir del conocimiento se puede mejorar" y esa es la 'máxima' del sector. Por eso se realizan mediciones continuas de todo lo que sale al exterior "de forma constante" y no se abre una sola planta sin que se haya aprobado por la Administración previamente un Plan de Restauración y Recuperación. Así, muchas de esas fábricas se destinan después a usos agrícolas o de ocio y se convierten en plantaciones de viñedos, zonas recreativas, lagos artificiales, etc.
"El objetivo es aplicar las mejores tecnologías disponibles (MTD) para obtener un alto nivel de protección del Medio Ambiente", dijo, recordando que el sector cementerio español "es uno de los más eficientes del mundo, situándose al nivel de Japón y sólo por detrás de Corea del Sur, en cuanto a aplicación de las MTD, además de ser uno de los principales proveedores del mundo". En 2000 sólo 14 de las 36 fábricas españolas contaban con la Certificación ambiental ISO 14001, mientras que en 2004 ya eran 29 y las otras seis "se encontraban en proceso de obtenerlo".
Durante el encuentro, al que acudieron representantes de varias de las empresas del sector, intervinieron el director de Desarrollo Sostenible de Holcim y de Cemex España, Manuel Soriano y Javier Merle, respectivamente, que expusieron la experiencia de ambas compañías en la revalorización de residuos para usar como combustible, y que superó los cinco millones de toneladas en 2004.
Según Soriano, "y pese a la idea que llega a la sociedad de esta industria", en la combustión de los hornos de estas fábricas "no se incineran, sino que se aprovechan estos residuos para su funcionamiento". El sector es el responsable actualmente del 7% del total de emisiones contaminantes en España.
Pese al "cierto retraso" que se detecta en nuestro país con respecto al resto de países europeos en materia de revalorización, el sector aprovecha tanto los residuos orgánicos y agrícolas, como las harinas y grasas animales, el papel, el cartón, los lodos de depuradora, los neumáticos o el serrín, así como los no orgánicos, como plásticos, aceites usados, disolventes, etc. "Se aprovecha todo", dijo Merle, convirtiendo esta práctica en "una solución a un problema como es el almacenamiento de los residuos".
Entre sus ventajas: no sólo su aprovechamiento, sino también el ahorro de recursos naturales, la reducción de emisiones globales y la ausencia de residuos de tratamiento. En cabeza se encuentra Holanda, donde el 80% del combustible usado en las cementeras proviene de la revalorización de residuos, seguido de Austria (48%) y Suiza, con un 47%. España aparece en octavo lugar, con algo más de un 3%.
Desde Holcim, Soriano pidió en este sentido, que los medios de comunicación contribuyan a eliminar esta imagen negativa de las cementeras porque la sociedad "transige perfectamente con todo lo que sea vertido de residuos, pero todo lo que suene a incineración tiene una mala percepción social".
"Es necesario crear un estado de opinión basado en criterios que sean verdad y no apreciaciones subjetivas", afirmó Soriano, recordando que especialmente los Ayuntamientos "reculan a la hora de conceder los permisos para instalarse en sus localidades, temerosos de que este tipo de plantas estén en su término municipal".