RSC.- Intermón Oxfam hace un llamamiento a la patronal textil española para trabajar por la deslocalización responsable

MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

La responsable de investigaciones sobre el sector privado del Departamento de Campañas y Estudios de Intermón Oxfam, Isabel Kreisler, hizo hoy un llamamiento a la patronal textil española, FEDECOM, para que las empresas del sector afronten el reto de su deslocalización en países del sur "de manera responsable", recordando que, "si las empresas quieren hacer algo en este sentido, lo tienen que hacer como sector".

Durante la presentación esta mañana del Informe 'Hacia una deslocalización textil responsable', elaborado por la ONG por encargo de la Fundación Alternativas, Kreisler explicó que, tras el cuestionario enviado a las empresas y el estudio centrado en sus prácticas laborales en Marruecos basado en entrevistas y trabajo de campo 'in situ', han observado que la respuesta obtenida ha sido "sólo parcial" y éste "está muy inmaduro en materia de RSC", bien por desinterés o bien por desconocimiento. "Hay una lista muy importante de tareas por hacer", añadió.

El Informe, que quiere ser una continuación del elaborado anteriormente por la ONG titulado 'Moda que aprieta', y en el que se daba cuenta de la situación laboral en las fábricas de proveedores de las principales empresas textiles españolas en países del Sur, es esta vez "un compendio de propuestas concretas, exactamente quince, que pretende aportar vías de solución a los problemas y al no respeto de los derechos laborales detectados en aquella ocasión".

Se trata, según la investigadora, de hacer "un análisis constructivo" de lo que pasa en el sector textil, especialmente en relación a la tendencia a la precarización de las condiciones de sus empleados en estos países, donde en los últimos años, las prácticas de estas empresas se han basado en el lema 'más flexible, más rápido, más barato'.

Para este Informe, y desde que en 2002 Oxfam Internacional lanzara a nivel mundial la campaña 'Comercio con Justicia' para trabajar a favor de un cambio en las normas de comercio internacional, la ONG ha mantenido, también en España, contacto y "un diálogo fluido" con las empresas del sector textil y más concretamente con la patronal, FEDECOM. Con estas partes interesadas han elaborado una batería de 15 medidas que se proponen como alternativa para estas empresas en su actuación en estos países hacia los que deslocalizan su producción con el fin de abaratar costes.

Entre estas medidas se encuentra, en primer lugar, la incorporación de criterios de responsabilidad social en la gestión de la empresa, la gestión de la capacidad de influencia política de las empresas para fomentar la aplicación de estándares laborales dignos o el desarrollo de estrategias de marketing que favorezcan la observancia de criterios sociales y laborales dignos por parte del proveedor.

Asimismo, el Informe propone establecer sistemas de comunicación, coordinación y coherencia entre los departamentos de compras y la RSC, el establecimiento de un código de conducta como criterio valorativo en la selección de proveedores, o un sistema de incentivos para los agentes de compra que no perjudique la consideración de criterios éticos. Además, apuesta por ajustar la programación de los pedidos de la temporada para no sobrecargar de trabajo a los empleados (gestión eficiente de los pedidos), respetar los precios y plazos acordados, o introducir la variable del tiempo en la fijación del precio.

RESPUESTA DEL SECTOR

Kreisler señaló que, una vez conocidas estas propuestas por el sector, su respuesta ha sido, "sólo parcial", lo que demuestra "la inmadurez del sector en materia de RSC", y que "el grado de implantación de éstas no era tan extensivo como dicen". Además, comprobaron cómo las respuestas de cada una de las empresas "no han sido homogéneas ni coordinadas". Es decir, que la reacción de las empresas, en opinión de la ONG, no ha sido la esperada.

"Se han hecho cosas, pero no es suficiente", destacó la investigadora. Y si esta respuesta "no se generaliza en todo el sector, el impacto de estas medidas será muy limitado". Este es, en su opinión, el reto más importante que le queda a las empresas del textil, porque si éstas quieren hacer algo "lo tienen que hacer como sector".

La clave, a su juicio, es que las empresas textiles empiecen a desmarcarse entre ellas, no por la imagen, el logo, los colores o las telas, sino por el valor añadido que supone su producción siguiendo criterios responsables.

En este proceso, --consideró--, también tiene un papel importante el Gobierno, y más concretamente el Ministerio de Industria, que pueden hacer más de lo que hacen a la hora de apoyar a las empresas españolas para que opten por la deslocalización responsable, respetando determinados estándares y a la hora de negociar convenios comerciales con países en desarrollo, premiando a las empresas que mejor lo hagan con prioridad a la hora de acceder al mercado, ayudas fiscales, etc.

Finalmente, Kreisler expresó su deseo de que la respuesta obtenida por el sector durante la elaboración del Informe hubiera sido "más unánime, más comprometida, más ambiciosa y más entusiasta", especialmente por parte de la patronal, FEDECOM, porque a su juicio, las empresas "pueden hacer más cosas de las que hacen", y "tienen más margen para actuar".