Actualizado 05/04/2006 12:58

RSC.- Más del 75% del alumbrado de las oficinas en Europa malgasta energía e incumple los estándares de calidad

"La calidad de la luz en el entorno laboral se traduce en una mejora del trabajo, mayor grado de motivación y menor índice de absentismo"


MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

Más del 75% del alumbrado de oficinas en Europa utiliza sistemas anticuados y energéticamente ineficientes que no cumplen las normas de calidad de la Unión Europea, según se desprende de los resultados de un reciente estudio elaborado por la compañía eléctrica Philips.

Según este informe, recogido hoy por la Fundación Entorno, la renovación tecnológica de estos sistemas de alumbrado en ayuntamientos y empresas privadas "reduciría los costes totales entre 1.000 y 2.000 millones de euros anuales". Además, disminuirían las emisiones de CO2 de forma similar a si se plantaran 300 millones de árboles, --dos por cada hogar de la Comunidad Europea--.

Philips calcula que la sustitución de buena parte del alumbrado europeo de oficinas, --principalmente fluorescentes con reactancias electromagnéticas--, por los últimos avances tecnológicos permitiría ahorrar miles de millones de euros en electricidad al año, y la cifra se duplicaría si se generalizaran los sistemas de control.

La inversión en los nuevos sistemas de alumbrado de oficinas se amortiza en sólo tres años, afirma el estudio, cuando el ciclo de renovación medio es de 15 años. Además, Europa reduciría sus emisiones de CO2 en 8 millones de toneladas anuales, lo que significaría "un decidido impulso para alcanzar los objetivos de Kioto".

Estos resultados ha sido dados a conocer en un momento en el que los líderes europeos conceden gran importancia a la eficiencia energética, con la creación de una reciente directiva para el establecimiento de objetivos anuales de mejora del rendimiento energético en el sector público y coinciden con la entrada en vigor el pasado mes de enero de la directiva sobre rendimiento energético de los edificios.

En España, el Consejo de Ministros aprobó el 17 de marzo el Codigo Técnico de Edificación (CTE) que está relacionado con dicha directiva. La idea es reducir el consumo de energía y, por tanto, las emisiones de CO2 de los edificios de la Comunidad Europea, que en la actualidad acaparan el 40% de la demanda total europea.

Los propietarios de edificios en los que se alojen oficinas con más de 1.000 metros cuadrados de superficie útil (un espacio relativamente pequeño) deberán ceñirse a los niveles mínimos de consumo de energía cuando acometan una obra nueva o reforma.

FALTA DE LUZ EN OFICINAS

La mayor parte del alumbrado de oficinas sigue sin cumplir la norma europea de calidad de la luz para interiores, la UNE 12464-1, diseñada para ofrecer a los trabajadores del sector una atmósfera luminosa agradable en la que se sientan más cómodos.

Se trata de una cuestión importante, según Philips, ya que "está demostrado que el bienestar de las personas en el trabajo aumenta cuanto mayor es la calidad de la iluminación". Según los investigadores del estudio, la calidad del alumbrado "se traduce en una mejora del entorno laboral, mayor grado de motivación y menores índices de absentismo".

Un buen ejemplo de lo que se puede conseguir con las nuevas tecnologías de iluminación es la Oficina Metrológica (MET) de Exeter, en Reino Unido. Tras implantar la tecnología de iluminación más avanzada en sus nuevas oficinas, la agencia "ha ahorrado una considerable cantidad de energía y se ha beneficiado de un alumbrado de gran calidad", explica Peter Clayton-White, jefe técnico de inmuebles de la empresa.

Si embargo, la sustitución del alumbrado fluorescente por las nuevas tecnologías implica una inversión inicial. Las valoraciones a corto plazo tienden a fijarse principalmente en el coste inicial de una lámpara o un sistema desestimando lo más importante, el gasto energético durante el periodo de vida útil del producto, que por lo general supera el 90% del coste total.

Se calcula que las alternativas de actualización pueden amortizarse en menos de tres años, para después obtener una significativa reducción del consumo y el gasto energético que continúa durante todo el proceso de uso.

Así, una vez tomada la decisión de actualizar el alumbrado de una oficina de tamaño medio, la inversión adicional que supondría instalar la nueva tecnología para reemplazar la antigua, "se amortizaría en apenas tres años y el ahorro energético superaría los 70.000 euros durante los primeros diez años".