MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Patrulleras guardacostas del Gobierno italiano detuvieron estos días a siete pesqueros ilegales con base en Roma y en la isla de Ponza y decomisaron sus redes. Tres de ellos corresponden a barcos que habían sido fotografiados y denunciados en 2005 en un Informe de la organización de defensa del mar Oceana ante la Unión Europea y el Gobierno de Italia.
Según señala la organización en un comunicado, ésta ha sido una de las mas amplias operaciones contra las redes de deriva llevada a cabo por la Guardia Costiera italiana este año. La pasada semana patrulleras de este cuerpo interceptaron y obligaron a dirigirse a puerto a siete pesqueros que fueron sorprendidos utilizando estas artes de pesca ilegales para capturar pez espada en la zona cercana a los 1.000 metros de profundidad al oeste de la isla de Ponza.
Los pesqueros detenidos que mostraban sus nombres son el 'Angelina', 'Neptuno','Franchina', 'Tania', 'Circe' y 'Giulio Ilensa'. El séptimo de los barcos mantenía su nombre oculto, pero pudo identificarse su número de matrícula.
Los tres primeros de estos barcos estaban listados en el Informe de la última investigación que el buque de investigación de la organización, el Oceana Ranger, había realizado en aguas italianas, a finales de 2005. En este Informe, titulado 'El uso de redes de deriva: Un fraude para Europa y una burla para Naciones Unidas' se identifica a 37 pesqueros italianos que utilizan ese arte de pesca.
Además, los datos recogidos por Oceana indican que al menos tres de los barcos detenidos han recibido importantes subsidios de la Unión Europea, a través del gobierno italiano, para que sustituyesen sus redes prohibidas por artes de pesca más selectivos y sostenibles. En concreto, el 'Angelina' ha recibido 16.356 euros, el 'Neptuno' 22.515 euros y el 'Franchina' 23.522 euros.
Oceana ha iniciado ya los trámites para solicitar a la Comisión Europea que, independientemente de otras sanciones, los armadores de estos barcos tengan que devolver esas subvenciones cobradas fraudulentamente.
VIGILANCIA EN OTRAS ZONAS
Simultáneamente a las operaciones de Roma y Ponza, otras unidades de la Guardia Costiera con base en Nápoles y en Palermo han iniciado también en las pasadas semanas actividades de detención de barcos y decomiso de redes.
En particular, estas operaciones se han intensificado en Sicilia, una base muy importante para esta flota. Desde que se ha iniciado la temporada, las autoridades italianas han decomisado ya 140 Kilómetros de red. Lamentablemente muchas de ellas son entregadas de nuevo a los pescadores "para su custodia", ya que las autoridades argumentan falta de medios para almacenarlas o destruirlas.
Datos presentados por científicos italianos en la Comisión Ballenera Internacional estiman que las redes de deriva mataron a 8.000 cetáceos (delfines, cachalotes y ballenas de distintas especies) cada año durante la pasada década. La clandestinidad con que actúa la flota ilegal actualmente dificulta mucho el conocer los datos de estos últimos años.
"La reacción de la Guardia Costiera a las informaciones proporcionadas por organizaciones internacionales como Oceana y veteranos grupos italianos como 'Marevivo' es esperanzadora, explica el oceanógrafo y directo de Oceana para Europa, Xavier Pastor.
"Ahora sólo falta que el nuevo gobierno italiano se avenga a hacer cumplir la normativa europea a su flota pesquera y deje de emitir legislación nacional confusa que dificulta las tareas de los patrulleros guardacostas y de la Guarda di Finanza".
Así, "se reducirá la presión sobre el sobrepescado stock de pez espada y cesará la matanza de cetáceos". "Las leyes están para hacerse cumplir, y los subsidios cobrados fraudulentamente deben devolverse a los contribuyentes", concluye Pastor.