Actualizado 03/04/2006 19:29

RSC.-La presidenta de IBM tacha de "suicidio" que las compañías "den la espalda" al talento femenino si buscan liderazgo

MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de IBM para España y Portugal, Amparo Moraleda, tachó hoy de "suicidio" que las empresas no tengan en cuenta el talento de las mujeres a la hora de consolidar su empresa. En su opinión, una organización que quiera mantener su liderazgo ha de atraer y retener el mejor talento y para eso, "no se puede dar la espalda al 50% del talento", precisó durante el encuentro 'Mujeres, Empresas y Sociedad del Siglo XXI' organizado por el IESE hoy en Madrid.

Asimismo, consideró que contratar a mujeres supone "una ventaja competitiva" y una "cuestión básica" y no tiene nada que ver con la "solidaridad". La diversidad, además, la calificó como "un factor básico" para la innovación"; idea con la que más de un ponente se mostró de acuerdo.

En cuanto a las políticas de igualdad, Moraleda manifestó que muchos altos directivos saben que estaría mal hablar en contra de estas iniciativas pero no las sienten. Ante esta situación, Moraleda apuntó además que el hecho de que no haya conciliación "es la primera causa de abandono del trabajo".

"Hay que luchar contra el presentismo. No está más comprometido quien más tiempo pasa en la oficina sino quien más contribuye a la cuenta de resultados", añadió. El 95% de los trabajadores de IBM cuenta con banda ancha y puede hacer uso del teletrabajo, lo que redunda en su satisfacción, optimismo y capacidad.

Por último, instó a los hombres ha hacer "su revolución", ya que, en comparación, las mujeres han recorrido más en el terreno empresarial que ellos en el ámbito doméstico.

LADO MASCULINO

El lado masculino del encuentro lo pusieron los directores generales de los departamentos de Recursos Humanos de Ferrovial y Acciona, Jaime Aguirre y Rafael Montes, respectivamente. Ante un público mayoritariamente femenino, ambos defendieron la necesidad de saber dónde está el talento en una persona independientemente de su sexo.

Aguirre apostó por que la conciliación laboral no sea sólo "cuestión de mujeres" sino "de todos" y consideró que lo importante para una empresa es establecer compromisos al respecto, como puede ser un código de ética empresarial que se cumpla y abarque a todos los empleados de la compañía.

También coincidió en la idea de medir el progreso de una compañía por su productividad y no por el tiempo que pasa la gente en el lugar de trabajo. Adelantar los horarios, la flexibilidad, la formación en temas de conciliación para los empleados, la jornada intensiva en los periodos escolares son algunas de las iniciativas que lleva adelante la compañía.

Por su parte, Montes apostó claramente por la formación de los empleados ya que su carencia se convierte en la "pérdida de competitividad del país", indicó. En su opinión, las empresas tienen que asumir parte del papel que ocupaba la familia en la formación de sus miembros.

Además, instó a que el hombre se incorpore "de una vez" a la labor de sus casas. En este sentido, señaló que "las cosas cambiarán" cuando los hombres lleguen de trabajar con la pregunta: '¿Qué queréis de cena?' y no la que realizan en la actualidad: '¿Qué hay para cenar?'.